La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir va a proceder a limpiar por tercera vez en 23 años los aterramientos (depósitos de tierra o arena) que se han producido en el canal de alimentación de la estación de bombeo de la presa de San Rafael de Navallana, trabajos que se prolongarán durante tres meses. El BOE publica hoy la declaración de impacto ambiental de esta actuación.

Según la información que aparece en el BOE, la estación de bombeo de esta presa eleva hasta 10 metros cúbicos de agua procedente del río Guadalquivir hacia el embalse y cuenta con una minicentral para recuperar la energía consumida en la elevación y aprovechar los excedentes de regulación. El canal de alimentación en el que se va a actuar fue construido en noviembre de 1996, está excavado en el cauce del río Guadalmellato y comunica el pie de presa, que es donde se sitúan la estación de bombeo y la minicentral, con el Guadalquivir.

En el 2013 la CHG ya limpió los aterramientos de gravas y arenas, producidos por las avenidas, de la zona del cuenco de alimentación y de las cántaras del bombeo, pero no actuó en el canal. Sin embargo, al no haberse producido avenidas en los últimos cinco años ni haberse bombeado caudales significativos de agua, se ha producido acumulación de fangos, lo que impide la entrada del agua y el normal funcionamiento de la estación de bombeo, según consta en la resolución publicada. Por ello, la actuación proyectada consiste en la limpieza de los aterramientos existentes en un tramo del canal de alimentación de la estación de bombeo, en total, en 1.700 metros. La intervención se localizará en el tramo final del río Guadalmellato, concretamente entre el inicio del canal de alimentación de la estación de bombeo de la presa de San Rafael de Navallana y la desembocadura del Guadalmellato en el Guadalquivir.

La resolución emitida por la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental es favorable e indica que no es necesario someter el proyecto al procedimiento de evaluación ambiental ordinaria, ya que no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, aunque impone unas cautelas y que se cumplan una serie de medidas de todo tipo.