La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a penas que suman 30 años de prisión para el padre que había sido acusado de cometer delitos de agresión sexual contra sus tres hijos en la localidad de Lucena. De los treinta años, 27 son por los delitos contra la «indemnidad sexual» de los menores y los otros tres, por el de malos tratos continuados contra otro de ellos. El fallo judicial indica en concreto que se condena a quince años por un delito contra «la indemnidad sexual de su hija menor» indicando que hubo «acceso carnal sin violencia o intimidación y en el que concurre la agravante de reincidencia». Los mismos argumentos se esgrimen para condenarlo a 12 años por la agresión a otro de los vástagos y tres años más «como autor de un delito de maltrato habitual», sobre otro de los menores. Por su parte, el Tribunal ha condenado también a la madre de los menores «como cómplice de un delito contra la indemnidad sexual» de los dos primeros menores y de complicidad también en el delito de maltrato al tercero.

En la sentencia se especifica que se da por probado que los dos encausados (de 42 y 29 años) eran marido y mujer y vivían en Lucena con un hijo menor de ella y cuatro hijos comunes de ambos y que la convivencia familiar estaba dominada por el progenitor, que «imponía su voluntad» a los demás. Así, se indica que durante la convivencia el acusado, «de manera reiterada» y aprovechando que el resto de la familia no se encontraba presente, sometía a su hija menor de edad (seis años) a abusos sexuales, incluidas violaciones, hasta que en enero del 2015 tuvo que ser ingresada por los daños sufridos. Sobre otro de sus hermanos (de unos cinco años), indica la sentencia, también cometía el acusado las mismas prácticas. Y al tercero, hijo de su esposa, le había agredido en repetidas ocasiones y además «lo ha echado a pelear con otros niños y le ha impuestos castigos vejatorios», además de insultarlo y humillarlo en público.

Sobre la madre, el tribunal considera que «conocía las prácticas sexuales que su marido llevaba a cabo con los menores» y el trato que daba al tercero, sin reaccionar para evitarlos.