El concurso de acreedores de Rabanales 21, cuya presentación se formalizó en mayo, mes en el que el Juzgado de lo Mercantil dictó el edicto del procedimiento, ya es totalmente oficial tras la publicación este miércoles en el Boletín Oficial del Estado del anuncio del mismo.

A pesar de la declaración, Rabanales 21 conserva las facultades de administración y de disposición de su patrimonio, aunque estas se encuentran sometidas a la intervención de la administración concursal. A partir de ahora los acreedores de Rabanales 21 deberán dirigirse a la administración concursal designada, que en este caso es Altamar Concursal. La persona designada como representante de Altamar es el abogado José Rebollo Puig.

El consejo de administración de Rabanales 21 acordó acogerse al concurso en pleno estado de alarma y en contra de la voluntad del que fuera su presidente, Manuel Pineda, que dimitió por ello y por razones de salud. Previamente, la junta general de accionistas había acordado la presentación al concurso ante las deudas que arrastra Rabanales 21, principalmente con uno de sus socios, la Junta. Rabanales 21 también debe dinero al Ministerio de Economía y a la UCO.