Nueve meses después de su desaparición, sigue sin haber noticias sobre el paradero de Rafael Muriel, un vecino de Adamuz de 57 años que desapareció el pasado 1 de septiembre. Ayer mismo se efectuó una nueva batida en el entorno del hospital de Los Morales, donde se le habría visto por última vez, pero concluyó sin éxito ni rastro alguno. En la búsqueda participaron una treintena de personas, entre familiares y efectivos de la Policía Local de Adamuz, de Protección Civil de esta localidad, Villafranca y Córdoba, y la Unidad Canina de Rescate de Protección Civil de Santiponce (Sevilla). Divididos en tres equipos, con otros tantos guías caninos y perros, peinaron una amplia zona aunque sin obtener resultados.

Juan Muriel, hermano del desaparecido, recordó ayer que Rafael sufre esquizofrenia y acudía prácticamente a diario al hospital de Los Morales para recibir la medicación. «Un día le dieron el alta porque no se la tomaba y vino hasta tres veces voluntariamente a ingresarse», relató Muriel. De hecho, el día de su desaparición fue al centro hospitalario «para que lo ingresaran porque le habían cortado el tratamiento de golpe, llevaba diez días sin medicarse y no era él; su casa, su familia, era esto y vino a pedir ayuda», explicó su hermano. Sin embargo, lamenta, «no lo acogieron y se vino todo abajo aquel día».

Al parecer, la última persona en ver a Rafael Muriel fue el taxista que lo trasladó a Los Morales, aunque algunos vecinos señalaron después que lo habían visto aquella misma tarde en Adamuz. En cualquier caso, desde entonces no se tiene ninguna noticia sobre su paradero y tampoco se ha producido ningún movimiento en sus cuentas bancarias.

El hermano del desaparecido señaló que este nunca se había ausentado de su domicilio durante un largo periodo de tiempo, aunque al sufrir una esquizofrenia «depresiva, que no violenta, decía que estaba harto de la vida, que se iba a la Legión, a Afganistán..., cosas propias de ellos». A estas alturas, nueve meses después, la familia se encuentra «desesperada y deseando encontrarlo, aunque creemos que vivo ya es imposible», confesó Juan Muriel.

La de ayer, a parte de las que ha hecho la familia, es la cuarta búsqueda organizada que se realiza en Adamuz y Córdoba. En la capital se buscó el pasado septiembre no solo en el entorno de Los Morales, sino también en barrios como Sector Sur, Fuensanta, Cañero, Campo de la Verdad, Ciudad Jardín y el centro. La búsqueda de ayer por la mañana se prolongó por espacio de unas cuatro horas sin que los perros dieran con ningún rastro, informó la propia familia al concluir la batida.