Un año más, la glorieta de Hiroshima y Nagasaki fue ayer escenario de la concentración que organiza la Asamblea Antinuclear en memoria de las víctimas de los bombardeos nucleares que tuvieron lugar los días 6 y 9 de agosto de 1945 en estas ciudades. El objetivo era, además de recordar a los más de 200.000 fallecidos, alertar del peligro de la energía nuclear y del riesgo del arsenal existente y exigir el desarme nuclear total.