Luis García de Viguera es uno de los arquitectos que cuando empezó la crisis decidió hacer las maletas y buscar suerte fuera junto a su hermano, que es ingeniero. Desde el 2009 han estado trabajando en Angola, Mozambique, San Petersburgo, Moscú, Colombia y Panamá. Durante un paréntesis de dos años estuvieron en Lorca (Murcia), donde pusieron en práctica un sistema de rehabilitación novedoso con el que reformaron 19 edificios. «La primera piedra del primer edificio a nivel de comunidad de propietarios la pusimos nosotros», relata. En Panamá, donde permanece su hermano, estuvo dos años y tienen «una sucursal y seguimos haciendo cosas» y pensando en otros proyectos que les pueden llevar a Nicaragua o México. «He recorrido medio mundo» y «con ganas, ánimo y esfuerzo se va a todas partes», afirma, pero «cuando uno se va fuera debe tener claro que sabe menos» y «jugar en terreno contrario es difícil y costoso». Como anécdota, para abrir una cuenta corriente en Panamá necesitó 6 meses. «Los tiempos no son los mismos que aquí, las cosas van a otro ritmo», afirma.