Encarnación Manrique fue la primera mujer que se incorporó a la Policía Nacional en Córdoba en agosto el año 1998.
-¿Cómo fue aquella incorporación en aquella época en la que solo había hombres en la Policía?
-Pues la verdad es que mucho más normal de lo que la gente puede llegar a pensar. Este era mi segundo destino y no pensé que esto fuera difícil y tampoco sabía que no había mujeres en Córdoba.
-¿Notó algún recelo cuando se incorporó al cuerpo por ser mujer?
-La verdad es que no. Cualquier cosa que pudiera comentar se quedaría en el rango puramente anecdótico. Yo me sentí muy bien aceptada y muy bien acogida. Aunque con los años he pensado quizás mi incorporación fue un poco revolucionaria.
-¿Cuáles fueron sus primeras funciones?
-Estuve en Policía Judicial, en el grupo de Delincuencia Económica, que había un inspector jefe, y después me pasaron al grupo de homicidios, que era donde se trataba el tema de las agresiones sexuales y todo lo que tuviera que ver con la mujer como víctima.
-En ese caso, supongo que a algunos compañeros les aliviaría su incorporación, por tratarse de esos temas, ¿no?
-Yo creo que, digamos, que vieron un poco el cielo abierto, porque eran momentos de cambio, porque ciertas formas de actuar que una mujer podía asumir mejor y como no había mujeres hasta entonces, mi llegada creo que les alegró.
-Este año se celebran el 40 aniversario de la llegada de la mujer a los cuerpos de seguridad. ¿Cómo ha visto usted Córdoba en este tiempo?
-Yo creo que Córdoba es una ciudad moderna y en el campo de los cuerpos de seguridad está totalmente actualizada. Hoy en día hay ya muchas mujeres y estamos presentes en todos los actos.
-¿Y por ser jefa, ha notado usted alguna actitud, digamos, sospechosa?
-No, que va. Si ha habido algún recelo pudo ser más por diferencia generacional que por ser hombres.
-Pero todavía no hay apenas comisarias...
-No, pero es que en cada promoción solo el 12% son mujeres, y esa proporción se mantiene también en los ascensos. Es difícil.