El crecimiento económico está propiciando una mejora del consumo en la provincia de Córdoba, que viene observándose en los últimos años en la evolución favorable del Producto Interior Bruto (PIB). Como sucede con las matriculaciones de vehículos, que siguen una tendencia alcista en los últimos años, uno de los indicadores para analizar este incremento del consumo es el de la compraventa de viviendas, que durante el pasado año creció al mejor ritmo desde el inicio de la crisis económica. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer la estadística de transmisiones de derechos de la propiedad, que concluye que en Córdoba se adquirieron 5.722 viviendas en el 2017, un 19,31% más que en el año anterior y por encima del incremento registrado en España (+14,56%) y en Andalucía (+12,58%).

Esta evolución se sustenta, sobre todo, en la vivienda usada. El 86,1% de las ventas correspondió a inmuebles de segunda mano (4.928), mientras que solo se adquirieron 794 pisos a estrenar. Eso sí, es el primer crecimiento en este tipo de inmuebles desde el 2013. Asimismo, la vivienda libre continúa destacando en la provincia, con 5.048 transmisiones frente a 674 protegidas. De esta manera, en Córdoba se ha producido un incremento de las ventas en los últimos tres ejercicios, tras llegar al mínimo adquisiciones en el 2014, con solo 3.755 adquisiciones, muy lejos de los 11.015 inmuebles que se vendieron en Córdoba en el 2007.

VALORACIÓN

El secretario general de la Asociación de Empresarios de la Construcción (Construcor), Francisco Carmona, destacó ayer que esta positiva evolución es «muy esperanzadora» y confía en que durante el 2018 se mantenga la tendencia, «aunque se prevé un menor crecimiento de operaciones». Además, Carmona remarcó que estos datos se registran en una provincia en la que la demanda está «más restringida» al no influir la inversión extranjera, como puede ocurrir en las zonas de la costa, o el turismo residencial.

El representante de Construcor considera que detrás de este crecimiento hay que tener en cuenta que existía una demanda contenida por la crisis económica, que se ha visto favorecida «por condiciones de financiación bastantes favorables para la demanda». A esto hay que unir también el incremento de la inversión en vivienda para destinarla al alquiler. «Hay una demanda importante para alquiler por los bajos tipos de los pasivos en los mercados financieros, mientras que la vivienda está dando más rentabilidad», puntualizó. Entre los aspectos negativos de la situación actual advirtió de que se está observando un aumento de los precios del suelo. «Hay que andar con cuidado con esto si queremos un sector residencial y de edificación que responda a criterios diferentes a la anterior etapa. Hay que plantearse seriamente esto y evitar que estas tensiones del precio del suelo influyan de manera importante en el valor de la vivienda», añadió.