La comisión de la Memoria Histórica ha hablado. Ha emitido sus conclusiones en un informe que ha suscitado el debate, pero cuya medida estrella, la eliminación de ciertos nombres en el callejero local, sigue aún pendiente de su puesta en marcha. La pelota está en el tejado del gobierno local, que, antes de actuar, debe pasar el filtro del Pleno y contar con su aprobación. La idea inicial era que la votación de los grupos municipales tuviera lugar en la primera sesión plenaria del año, la de ayer. Sin embargo, este punto no figuró en el orden del día, por lo que todo hace suponer que se incluirá en el pleno siguiente. Salvo sorpresas de última hora, el informe se aprobará con el voto en contra o la abstención de C’s, Ucor y PP. Esto iniciaría los trámites para los cambios, incluida la elección de los nuevos nombres. En los últimos días han surgido dos nombres ilustres recién fallecidos a quienes el Ayuntamiento aún tiene que decidir si honrará dando su nombre a alguna calle: Pepe García Marín y Pablo García Baena. ¿Serán candidatos para renombrar Cruz Conde, Cañero o Vallellano? Por cierto, el teniente de alcalde de Presidencia Emilio Aumente reunió ayer tarde de urgencia a la junta de portavoces para informarles de que el Ayuntamiento quiere organizar reconocimientos a estos dos insignes cordobeses.