Los trabajos de urgencia en la muralla que se derrumbó en parte el martes en la calle San FernandoSan Fernando ya han empezado. La valla de seguridad metálica que se iba a colocar a nivel del acerado estaba instalada a primera hora de la mañana y, a mitad de la misma, se iniciaron las labores de demolición controlada de las partes con mayor riesgo para el posterior apuntalamiento. Aunque estas tareas de emergencia se llevarán a cabo con el máximo cuidado para evitar nuevos desprendimientos, que con estas medidas no se esperan, las previsiones siguen siendo que se prolonguen durante una semana, tiempo en el que seguirá cortada al tráfico la calle.

A media mañana llegaba la máquina necesaria para los trabajos de demolición y el material para apuntalar. La intervención comenzó por la parte superior de la muralla y los escombros se han arrojado al otro lado de la misma. Tras el primer apuntalamiento de la muralla que se va a realizar, los escombros se recogerán separando sillares del resto de materiales.

LOS TRABAJOS DE ESTOS DÍAS

El miércoles, ante la zona en la que se ha producido el derrumbe, los responsables de Urbanismo y de la Delegación territorial de Cultura de la Junta, junto con técnicos de ambas administraciones, expusieron las medidas que se van a tomar durante estos días hasta que todo vuelva a la normalidad. Esas medidas están recogidas en la orden de ejecución firmada y dirigida a la propiedad del solar, los marqueses de El Carpio.

El informe de Urbanismo explica que la primera tarea es la instalación del cerramiento provisional en línea con el acerado de la calle para garantizar la seguridad de la vía pública durante el tiempo que duren los trabajos. Otra de las medidas a adoptar es el apuntalamiento de la muralla, que ha perdido parte de su cara externa, por encima de los escombros que no se han retirado del lugar por el riesgo que supone manipularlos. La demolición controlada, y bajo supervisión arqueológica, de parte de la tapia levantada sobre la muralla que separa el jardín de la Casa Herruzo -los marqueses de El Carpio, propietarios del solar afectado- y los solares recayentes a la calle San Fernando, es otro de los trabajos. Lo último es proceder al desescombro de los solares y al apuntalamiento definitivo de la muralla a la espera de su restauración.

Después de esas tareas de emergencia hará falta una segunda fase que consistirá en la restauración de la muralla. Mientras tanto, Urbanismo y Junta siguen investigando las causas del derrumbe. Hasta que no se produzca el desescombro, no se podrá realizar un diagnóstico en profundidad.

En la zona en la que se produjo el derrumbe el martes han estado los arquitectos de la propiedad y los arqueólogos de la Junta y de Urbanismo para realizar un seguimiento de los trabajos.