El comercio ambulante de Córdobacomercioambulante se ha manifestado la mañana de este miércoles en El Arenal, donde la asociación de Comerciantes Autónomos Ambulantes de Córdoba (Comacor) ha realizado una asamblea para poner de manifiesto los problemas del sector en plena crisis por el covid-19 y su denuncia por el "abandono" que, según Antonio Torcuato, presidente de la Comacor, sufre por parte de la Administración.

El sector, que experimenta un agravamiento de la precariedad debido a la pandemia, ha soportado la caída de la economía y los cierres perimetrales. Como explica el presidente de la asociación, los clientes provinciales un fin de semana pueden ascender hasta el 80%. Y reconoce que las recientes aperturas ya se notan. Torcuato personifica el carácter de un sector que ha elevado la voz para que los dejen trabajar. Eso sí, "en unas condiciones dignas". "Queremos ser escuchados", ha exigido el portavoz. Y a esa mesa de diálogo que los comerciantes han pedido quieren trasladar la situación de un sector que ha registrado pérdidas del 75% de la facturación, informa Torcuato.

El Ayuntamiento de Córdoba convocó el pasado diciembre ayudas para paliar las necesidades de quienes se dedican a la venta ambulante. Pero, según Torcuato, aún no han visto "ni un solo euro". Además, ha calificado esas subvenciones -que van de los 275 a los 1.100 euros en función de los puestos en posesión- de insuficientes. Los ambulantes reclaman que el Consistorio los incluya en su agenda, que sus derechos no se minusvaloren respecto al resto de autónomos y que, más allá de las ayudas, no se les ponga más impedimentos a la hora de ejercer su trabajo. "Tan precario, tan difícil", como lo define Torcuato.

El presidente y portavoz de la asociación se pregunta qué sería de los cordobeses sin su mercadillo. Y ha defendido que, al encontrarse al aire libre, es "el comercio más seguro de la ciudad". Sus trabajadores, que, como cuenta, se patean las carreteras buscando en las fábricas el mejor producto, han cambiado hoy aquel asfalto por las calles de la capital. Tras la proclama en El Arenal, los comerciantes han roto el silencio de la ciudad. Han dirigido sus furgonetas al Paseo de la Victoria, con un rumbo fijo, entre pitos y rodeados por carteles por el "fin de la fobia contra el mercado ambulante", por una "ordenanza justa y negociada" y, en definitiva, por "la dignidad del comercio ambulante". El destino: Capitulares.