Mientras que los grados relacionados con la salud se desbordan de solicitudes, las ingenierías se encuentran en sus horas más bajas, una tendencia que está ocurriendo en los últimos años a nivel nacional. El vicerrector Lorenzo Salas, lo mismo que dijo el rector, José Carlos Gómez Villamandos, hace unos días en una entrevista, entiende que a los jóvenes «se les ha metido en la cabeza que las ingenierías son difíciles, cuando son las que mayor grado de empleabilidad tienen». El único grado de la Politécnica que se ha llenado es el de Informática. Lorenzo Salas dice que se plantean hacer más combinaciones de dobles grados entre Agrónomos y la Politécnica, a «ver si se incrementa la apetencia por estos estudios».

Frente a ello, los grados del área de Salud se desbordan de peticiones. En Medicina, según Salas, ha habido este curso más de 5.000 solicitudes para 120 plazas; y en Fisioterapia, más de 500 peticiones para 45 puestos. Son grados con oferta limitada, pues todas las del área sanitaria tienen convenios con el SAS para prácticas en hospitales o centros de salud y no pueden aumentar más, «incluso los mismos decanos nos piden menos, porque se entorpece mucho la práctica en los centros», observa el vicerrector.

Así pues, estudiar Medicina en Córdoba es una lotería. Lorenzo Salas explica que, a veces, chicos y chicas que entran por primera vez en esta facultad vienen después de haber hecho un primer curso de Fisioterapia o de Enfermería o de haberse examinado dos veces de Selectividad para subir nota. De hecho, los estudiantes que aspiran a ser médicos suelen matricularse en facultades de toda España, para ver dónde la alta nota que necesitan les permite estudiar la carrera.

En Humanidades, el grado de Traducción e Interpretación ha cubierto sus 95 plazas, lo mismo que el de Estudios Ingleses, y Derecho ha superado, con 183 matrículas, sus 180 plazas.