La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir trabaja desde ayer en la reparación del canal del Guadalmellato, donde se detectó el jueves una rotura que provocó durante día y medio una importante fuga de agua que afectó a varias naves del polígono de Chinales. Fuentes de la CHG explicaron ayer a este periódico que, «debido a una fisura en el revestimiento del canal, localizada en un tramo donde el terreno está más suelto, el agua circulante por el trasdós», que es la parte de atrás del revestimiento, «ha lavado este terreno haciendo que la fisura y la fuga fuera cada vez mayor». La CHG espera que la reparación concluya pronto y que el lunes o el martes próximo el canal del Guadalmellato pueda estar funcionando de nuevo.

La CHG asegura que «en todo momento» ha estado «en contacto con los afectados» y que los regantes «conocen de primera mano los procedimientos que estamos empleando y los plazos que estamos manejando». Este organismo estima que la parada que se está produciendo en el riego al estar el canal vacío «será recuperable con respecto al agua que necesitan para sus cultivos».

El presidente de la Comunidad de Regantes del Pantano del Guadalmellato, Andrés del Campo, espera también que la rotura se solucione pronto. Según explicaba Del Campo el jueves, la rotura se produjo frente al parque de la Asomadilla, junto a Fuente de la Salud, donde los técnicos hallaron un agujero de gran tamaño por el que se iba colando el agua a unas galerías subterráneas existentes en el polígono desde los años sesenta para después salir por varios puntos y a medio kilómetro de distancia. La fuga empezó a primera hora del miércoles y duró hasta mediodía del jueves, cuando CHG cortó el agua del canal, paso que no pudo dar antes porque Emacsa estaba utilizándolo de forma puntual para el suministro de la ciudad.