Fernando Penco es un estudioso y un enamorado de la minería y de Cerro Muriano y desde hace varios años dirige el Museo del Cobre, ubicado en la parte urbana que pertenece a Obejo.

Sus investigaciones le llevaron a redactar la memoria para la declaración de la zona como Sitio Histórico, con un total de 21 áreas declaradas Bien de Interés Cultural, unos espacios que atestiguan su larga tradición minera.

Penco subraya que «Cerro Muriano es como un libro, de las pocas zonas mineras de la Península Ibérica en las que, en un terreno pequeño, se puede ver desde una mina de hace 5.000 años a una explotación minera de 1929». Se refiere a la época en la que la Córdoba Copper Company Ltd. era propietaria de los yacimientos, una compañía que abandonó la zona porque «era más caro sacar el agua que el cobre».

El Museo del Cobre, también BIC, abrió sus puertas en el 2003 con la intención de dar a conocer el pasado de la zona, ya que, como señala con humor, «los historiadores que estudiamos la minería venimos del mundo subterráneo», por lo que el patrimonio minero no es tan conocido. Y sorprende saber, por ejemplo, que los romanos hicieron pozos de 250 metros de profundidad.