El abordaje de la violencia de género desde el punto de vista de la atención sanitaria es una faceta en la que también juegan su papel los profesionales de emergencias sanitarias, en concreto los que forman parte de EPES-061. La responsable del grupo de trabajo interprovincial de EPES en esta materia, Ascensión Martín Araujo, señala que la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ha iniciado recientemente en toda Andalucía, lo que incluye a Córdoba, la formación de los más de 600 profesionales sanitarios de su plantilla (sumando a médicos, enfermeros y técnicos de emergencias sanitarias) para que sepan cómo hacer frente a las situaciones de maltrato a las mujeres que se pueden encontrar cuando acuden a prestar una atención sanitaria.

Más de 20 profesionales de esta empresa son los encargados de formar a la plantilla del 061, después de haber recibido ellos previamente un entrenamiento a cargo de expertos en la materia en la atención a las situaciones de maltrato en la mujer y el abordaje psicológico de las afectadas. En este curso los docentes utilizan técnicas de role play (de simulación y dramatización) para formar a los profesionales. «Esta formación es muy necesaria, ya que se han producido novedades resultantes del desarrollo del procedimiento general sobre maltrato, que adapta las recomendaciones del protocolo andaluz de actuación sanitaria desde el ámbito de las urgencias ante la violencia de género publicado en el 2012 y del protocolo andaluz para la actuación sanitaria ante la violencia de género del 2015», indica Ascensión Martín. El grupo de trabajo del que esta experta es responsable recoge la apuesta que desde el 2004 EPES lleva a cabo para trabajar en la detección de la violencia en general y la de género en particular.

«Este procedimiento general de EPES consta de un nuevo protocolo que orienta sobre las preguntas que se deben formular enfocadas a la detección, valoración del riesgo y atención individualizada de las afectadas, la integración de planes de cuidados de enfermería y la incorporación de un código especial que ayude al registro de estos casos y la transmisión de esta información a otros intervinientes», añade Martín. «Este código especial sería similar al que ya existe para problemas de salud distintos como el código ictus o el código infarto. Queremos cambiar la forma de ver y de escuchar para mejorar la atención y que no se escape ningún caso que pueda guardar relación con violencia de género», apunta la responsable de este grupo de trabajo de EPES. «Gracias a la formación en violencia de género hay provincias como Cádiz que han llegado casi a triplicar los casos detectados desde un centro de coordinación sanitaria, lugar donde se reciben las peticiones de atención médica», resalta.