El gobierno municipal mantiene su compromiso con la puesta en marcha del tren de cercanías, a pesar de la dilación que imponen al proyecto los prescriptivos trámites administrativos. Así lo confirmaron ayer fuentes del equipo de gobierno, que expresaron, pese a su deseo de continuar con la iniciativa, «respeto máximo» ante el último informe de la Intervención General de Cuentas del Ayuntamiento de Córdoba. Hay que recordar que, después de varias semanas en las que se ha estado pendiente de su dictamen, la interventora ha rehusado informar sobre la puesta en marcha del tren de cercanías y ha propuesto que sea el órgano de apoyo de la Junta de gobierno local quien lo haga. Se espera, de hecho, que el informe del órgano de apoyo, que ya se ha solicitado, esté en breve y en función de su contenido el gobierno local actuará en un sentido o en otro (recurriendo, por ejemplo, a la elaboración de un nuevo informe por parte de la asesoría jurídica municipal).

En cualquier caso, esas mismas fuentes insisten en que el objetivo es concluir este proceso que está a expensas ya tan solo de que la Junta de gobierno local dé luz verde al contrato entre el Ayuntamiento de Córdoba y Renfe (la empresa que operaría el servicio) para la puesta en marcha del cercanías de Alcolea a Villarrubia. Además, el Ayuntamiento está a la espera de que el Ministerio concrete de manera oficial la forma en que se encajará la declaración del cercanías de Córdoba como servicio público, con lo que es el Estado el que asumirá el coste del mismo.

En este sentido, el portavoz municipal del Partido Popular, José María Bellido, volvió a ofrecer al equipo de gobierno su colaboración y «todo el consenso» para hacer realidad el tren de cercanías. «No vamos a poner piedras en el camino», apostilló.