Con el servicio ferroviario, que en realidad es un media distancia, que estrenó Córdoba hace casi un año entre Alcolea y Villarrubia, la ciudad ganó un medio de transporte más, pero aún quedan asignaturas pendientes, las mismas que había cuando el primer tren arrancó el 29 de octubre para realizar el nuevo recorrido. Todo sigue más o menos igual que entonces, por lo que aún falta que el tren sea realmente un cercanías, que se extienda a la provincia y las dos paradas previstas, tareas que no son fáciles porque necesitan trámites largos. Tampoco se han producido otras actuaciones que se esperaban con más urgencia, como el abaratamiento de tarifas, pendiente de la firma de un convenio. Falta también la integración del servicio en el Consorcio Metropolitano de Transporte.

Antecedentes

Tener un tren que enlazase las barriadas periféricas era una antigua aspiración que por el tiempo que ha necesitado se tornaba tan difícil de lograr como aquel tranvía que fue anunciado durante varios mandatos y que hace una década irrumpió en Córdoba con fuerza para irse después y no volver. Los 418 millones de euros necesarios para aquella inversión disparatada en la que Ayuntamiento y Junta estaban de acuerdo era una cantidad tan desorbitada para una época de crisis que animó a pensar en otras alternativas aprovechando las infraestructuras existentes. Así, durante el mandato del PP entre 2011 y 2015, el entonces alcalde, José Antonio Nieto, presentó el proyecto de metrotrén, que contemplaba las paradas existentes de la estación central más la de Rabanales, a las que sumaban las de Alcolea, Villarrubia y El Higuerón, planificando también dos más que había que construir, las de la avenida de la Igualdad y el Parque Joyero. El tiempo pasó pero aquella idea no terminó de cuajar durante ese mandato, aunque se dieron los primeros pasos y en la primavera del 2015 ADIF inició la reforma de las estaciones de El Higuerón, Alcolea y Villarrubia.

Fue ya con Isabel Ambrosio (PSOE) como alcaldesa, durante el mandato 2015-2019, cuando llegó el impulso definitivo, para lo que fue fundamental la declaración por parte del Gobierno central del PP del recorrido como obligación de servicio público, lo que evitaba que el Ayuntamiento sufragase el coste de explotación, que iba a financiar con la Junta. Durante esa etapa se creó una comisión técnico-vecinal para analizar toda la documentación existente en relación al proyecto y decidir qué quería la ciudad. La respuesta, plasmada en un dictamen del 2016, fue un cercanías entre Alcolea y Villarrubia, con las mismas características del metrotrén, que en una fase posterior llegaría hasta Palma y Villa del Río. Y en eso trabajó el Ayuntamiento con el Gobierno central, que en el momento de la inauguración del servicio estaba en manos del PSOE.

El día de la inauguración

A las 6.23 horas del día 29 salía de la estación central el primer tren con destino a El Higuerón y Villarrubia, de donde partiría a las 6.40 para hacer el recorrido completo de 24 kilómetros y en 25 minutos (si se consultan los horarios vigentes ahora los trayectos pueden durar entre los cinco minutos del más corto a los 35 del más largo). El día de la inauguración fue como una fiesta en la que hubo hasta brindis con champán. Autoridades, políticos de distinto signo y usuarios se subieron al tren y en los primeros viajes de la jornada ya expusieron retos como llegar hasta la provincia, tener precios más bajos, mejorar frecuencias y contar con más estaciones. Como infraestructuras complementarias, el Ayuntamiento habilitó 115 plazas de aparcamientos en Alcolea y Villarrubia, pero no pudo hacerlo en El Higuerón, donde sigue sin haber estacionamiento.

El servicio entre Villarrubia y Alcolea se estrenaba con 39 trenes en días laborables y 13 los fines de semana (en total, 221 semanalmente con 167.000 plazas disponibles) y unos precios que en el caso del billete sencillo oscilaban entre los 1,90 y los 2,80 euros, según el trayecto. Al poco tiempo del estreno, con la entrada del nuevo año, Renfe aumentó el precio de sus media distancia, hecho que repercutió en el coste del cercanías cordobés, cuyo billete sencillo pasó a valer entre 1,95 y 2,90 euros.

Aunque hasta final de octubre o principios de noviembre no se conocerán los datos oficiales de los usuarios en este primer año, todo indica que, como era previsible, la mayor parte de los mismos se concentran en los trenes que van o vienen del campus universitario de Rabanales. Cuando en noviembre se hagan públicas las cifras de usuarios de los autobuses de Aucorsa, se conocerá también el impacto real del tren en las líneas de la periferia. Por los análisis previos, en general, las líneas periféricas no han perdido viajeros.

El convenio con Renfe

Desde que se inauguró el trayecto entre Alcolea y Villarrubia, el Ayuntamiento de Córdoba y Renfe han estado trabajando en el convenio que deben firmar para que los viajes sean más baratos. La propuesta que hizo la Corporación municipal anterior consistía en que los billetes sencillos bajasen a 1,8 para todos los trayectos; los de ida y vuelta, a 2,55; los bonos de diez viajes, a 11,95; los mensuales, a 40,9; los de estudiantes, a 35,8 euros; y los de pensionista, a 2 euros. Sin embargo, el tiempo pasó y ese acuerdo no se ha llegado a rubricar.

La Subdelegación del Gobierno explica que el Ayuntamiento está finalizando el convenio y que en el momento en el que esté se firmará, hecho que ocurrirá «en breve». El Ayuntamiento, por su parte, no concreta nada al respecto, aunque, el alcalde, José María Bellido, el martes, en el encuentro digital celebrado en el centro de visitantes, avanzó que «tiene que ser inminente».

En este año se han dado pocos pasos en relación al cercanías de la provincia. Aunque el verano del 2018 el Gobierno central retomó los estudios, poco se ha conocido más. En el futuro que deparará a esta iniciativa influirá lo que ocurra en el Gobierno central tras las elecciones de noviembre y lo que tarden en aprobarse presupuestos nuevos, ya que los de este año siguen siendo los prorrogados del 2018. Mientras no haya otros presupuestos, pocas perspectivas tiene de prosperar el cercanías de la provincia.

La única novedad en todo este tiempo ha sido que ADIF sacó a concurso, y está adjudicada, la redacción del proyecto para la construcción de una de los dos estaciones pendientes, la de la avenida de la Igualdad. La adjudicataria tendrá un año para redactar el proyecto y elegir la ubicación más adecuada, aunque la propuesta inicial con la que parte es la entrada oeste del túnel soterrado del AVE, en la confluencia de la avenida de los Almogávares con la de la Igualdad, empleando como acceso al apeadero la calle Pedroche. La empresa tendrá que estudiar otras alternativas de ubicación en un radio de 5 kilómetros entre Almogávares y el paso inferior de la avenida de Fátima. La otra parada, la del Parque Joyero, está en el aire. El ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, dijo en febrero en Córdoba que había que realizar un estudio de demanda previo. Todo esto indica que aún queda mucho camino por recorrer.