La empresa Cosmos optó ayer por la vía de la cautela. Fuentes de la cementera indicaron a este periódico que quieren esperar a ver "exactamente en qué consiste lo que ha aprobado el Consejo Rector de Urbanismo" para pronunciarse al respecto de esta decisión municipal. En cualquier caso, sostienen que van "a poner todos los recursos" que estén en sus manos para mantener su posición, ya que consideran "prioritario" poder valorizar residuos en Córdoba. Este proceso ayudaría a ser "más competitiva" a la cementera cordobesa, ya que el procedimiento "lograría reducir la factura energética", que supone una tercera parte de sus costes totales. "Es fundamental que podamos hacerlo porque lo están haciendo todos nuestros competidores. De lo contrario estaríamos en desigualdad de condiciones", indican las mismas fuentes. Por último, desde la cementera insisten en que es "absolutamente inviable" el traslado del edificio "ni desde el punto de vista técnico ni económico".

El Consejo Rector de Urbanismo aprobó ayer las líneas básicas para iniciar la modificación del PGOU, un proceso que puede durar un año. Durante este tiempo se suspende la posibilidad de otorgar cualquier tipo de licencias. Además se aprobó iniciar un estudio sobre Chinales Este, que pretende armonizar los usos residenciales e industriales de esa zona, que desde hace años está completamente integrada en la ciudad.