Solo dos mociones no se consensuaron ayer en el pleno, que tuvo un orden del día que adoleció de temas de gestión y se apoyó exclusivamente en el debate político. Las dos mociones que presentó el Partido Popular fueron las únicas que no lograron acordarse entre todos, si bien una logró salir adelante: la de defensa de la caza, y otra, contra la ocupación ilegal (que el PP promueve a nivel nacional con una proposición de ley), que se quedó en el tintero. Hubo además una moción --la que pide a la Junta inversiones para Córdoba-- que se debatió (solo se discuten las proposiciones que no cuentan con consenso), quizá para gloria de los ponentes (es cierto, las elecciones están cerca), pero al final se aprobó por unanimidad. El PP echó en cara al PSOE exigir en 25 días lo que ellos no hicieron en 40 años, y los socialistas afearon a PP y Cs no querer apoyar inversiones para la ciudad cuando son ellos quienes están al mando. Se dijeron eso y más. Pero, como decimos, se aprobó por consenso la moción en la que se vuelve a pedir a la Administración andaluza el desdoble de la carretera de Palma y el cercanías completo, entre otras actuaciones.

Si el pleno de febrero tuvo algo de salsa fue la que pusieron quienes defendieron la caza como una actividad económica, social y vertebradora del territorio de primer orden pero necesitada de apoyo institucional (PP, PSOE, Cs y UCOR), y quienes consideran que la actividad cinegética «se cobró más de un millón de víctimas al año» en Córdoba y que no necesita más protección que la que ya tiene, sino prohibición.

Para defender la propuesta, los populares eligieron al concejal y matador de toros José Luis Moreno, que acudió a las cifras para reivindicar esta actividad que ocupa 7 millones de hectáreas en la región, es decir, el 81% de su superficie, y que practican más de 220.000 andaluces, generando más de 45.000 empleos. Moreno afirmó que la gestión cinegética es un motor fundamental también para Córdoba y pidió al resto no someterse «al yugo de minorías que hacen un retrato interesado de la realidad», una frase que concitó las protestas de parte del público del pleno.

De la moción, que había promovido la Federación Andaluza de Caza, solo se descolgaron Izquierda Unida --que puso reparos al silvestrismo que vigila la UE-- y Ganemos, que negó la mayor: que la caza necesite ser protegida, y que acusó a los populares de estar «on fire con las elecciones» por llevar mociones que saben que incendiarán el debate político. De hecho, el grupo de defensores de los animales que acudieron al salón de plenos pertrechados con pancartas contra el maltrato terminaron increpando a los concejales y abandonando Capitulares crispados y compungidos.