Ni el impacto medioambiental ni las causas que lo provocaron. Por el momento se desconocen estas claves del incendio que hace dos meses afectó a la planta de reciclaje Recicor XXI (Grupo Barea), en el que ardieron 25.000 metros cúbicos de balas de plástico, según el informe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Córdoba.

El delegado territorial de Medio Ambiente, Francisco de Paula Algar, afirma que la Junta estudia lo ocurrido y no ha concluido su informe sobre el siniestro, originado el pasado 8 de octubre y que se prolongó durante cuatro días. Del mismo modo, fuentes de la Guardia Civil señalan que la investigación sigue abierta para aclarar las causas. En un principio, la empresa vinculó el suceso a un accidente, apuntando que la acumulación de materiales y las altas temperaturas podrían haber causado la combustión. Este diario ha tratado de contactar con sus responsables para conocer su opinión sobre las informaciones que están apareciendo, pero no ha logrado una respuesta.

En cuanto a la parte que sí ha ofrecido sus conclusiones, los bomberos presentaron un informe que determina que Recicor XXI no disponía de plan de autoprotección, de licencia para la actividad y de condiciones de seguridad. Este tuvo una respuesta por parte de la Junta de Andalucía, que recordó que compete a Medio Ambiente valorar los posibles incumplimientos de la autorización ambiental que concedió a la empresa. Así, el documento dio lugar a un rifirrafe político entre el concejal de Seguridad Ciudadana en el Ayuntamiento de Córdoba, Emilio Aumente, y Francisco de Paula Algar. Además, en los últimos dos meses el incendio ha provocado críticas de distintos sectores.

También en el ámbito municipal, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha informado de que Recicor no tiene licencia para la actividad que estaba desarrollando y le ha solicitado que la paralice y la legalice. Su presidente, Pedro García, ha tomado este siniestro como referente para reivindicar que la cementera Cosmos no incinere residuos en el casco urbano y lo haga en la campiña, mientras que Emilio Aumente se muestra reticente por las dificultades que tuvieron los bomberos para extinguir el fuego.