El próximo día 10 de enero se iniciarán por fin en el cementerio de La Salud las catas arqueológicas previas a las exhumaciones de los restos de víctimas de la represión franquista en Córdoba. Los trabajos preliminares, que no hubieran sido posibles sin el empuje de la asociación Dejadnos Llorar, darán comienzo con algo más de dos meses de retraso, ya que estaban previstos inicialmente para finales de noviembre. El impás de las elecciones y los trámites burocráticos han originado este retraso sobre los planes previstos, que se iniciaron con el protocolo de colaboración firmado el 6 de febrero entre el entonces consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez, y la alcaldesa, Isabel Ambrosio, para la recuperación de la memoria histórica. Las catas empiezan en el cementerio de La Salud porque se entiende que es el que menos modificaciones ha sufrido estos años. Se estima que en Córdoba hubo más de 4.000 represaliados.

El Ayuntamiento explicó ayer que los trabajos que se van a desarrollar tienen dos objetivos: de un lado, documentar la localización de enterramientos de víctimas en fosas individuales -lo que parece ocurrió con frecuencia dado el alto número de víctimas- y de otro, el inicio de actuaciones en la fosa común, previo al trabajo arqueológico propiamente dicho, que determine si es posible desarrollar el proceso de exhumación posterior. Estos primeros trabajos serán desarrollados por equipos técnicos de reconocida solvencia científica y experiencia en temas de la memoria, que irán emitiendo de forma periódica informe de resultados de los mismos.

Hasta llegar aquí se han desarrollado exhaustivos trabajos de documentación e investigación para determinar la existencia de fosas comunes y su posible ubicación, así como sobre la represión en la ciudad, los enterramientos de las víctimas y las modificaciones que han podido sufrir en este periodo de tiempo los cementerios municipales, trabajos que se han desarrollado por los investigadores en los archivos militares de la II Región y en los históricos municipal y provincial.

La fase preliminar, un trabajo de tipo arqueológico desarrollado en los cementerios de La Salud y San Rafael, ha tratado de concretar al máximo la situación de las fosas, su delimitación y dimensiones. Según los investigadores, en esos trabajos quedó acreditado que en ambos cementerios existen fosas comunes utilizadas para sepultar a las víctimas de la represión, pero que dado su alto número, también se utilizaron enterramientos individuales, donde se arrojaron varios cuerpos. Con posterioridad, la Universidad de Granada desarrollará los trabajos previos conducentes, en caso de ser posible científicamente, a la identificación genética de las víctimas, a través de la toma de muestras de ADN a sus familiares, y para que pasen a engrosar el banco de ADN de víctimas de la guerra civil y el franquismo en Andalucía.