Pablo Casado ha sido el primero de los candidatos a presidir el PP que pasa por Córdoba en la campaña electoral de las primarias populares. Casado, que mantuvo un encuentro con afiliados en el Colegio de Arquitectos, se presentó como el candidato de «la unidad» y «de las bases» y afirmó que si él gana el congreso «nadie pierde». Casado afirmó que es el candidato «que menos gusta a C’s y a la izquierda», y animó abiertamente a buscar votos en el caladero de la formación naranja. Además, advirtió que es «inadmisible» que ningún cargo del PP reciba «presiones» para votar a uno u otro candidato, y aplaudió la neutralidad pregonada por la dirección del PP en Córdoba, sin criticar a José Antonio Nieto, único dirigente cordobés que de momento ha dado un paso al frente por María Dolores de Cospedal. Por cierto que mañana se espera la visita de la política manchega a Córdoba, y la de Soraya Sáenz de Santamaría (esta semana pero aún por concretar día). «Exijo juego limpio. Si ya está habiendo presiones, imagínense cuando pueda salir una candidatura que a otros no guste», afirmó.

Casado, cuyo curriculum está siendo investigado, volvió a decir que no pactará con ningún otro candidato (desde el PP-A le han pedido que se sume a Soraya) y apeló a la renovación y a recuperar la base electoral de 11 millones de votos.