Miguel Amate se fue y con él uno de los mejores carnavaleros que ha dado esta tierra, la misma que la noche de este martes ha inaugurado la fiesta dedicando una semblanza cargada de significado al poeta de la mascarada. Sobre el escenario, el sombrero burdeos de Amate presidiendo la sala y un ramo de flores.

El encargado de hacerlo fue Rafael Butelo, amigo y amante del Carnaval de Córdoba, que «temblando», como él mismo ha expresado, ha puesto voz a la más sentida de las despedidas. Ante el público concentrado en el Gran Teatro, entre el que se encontraba en un discreto segundo plano la viuda de Miguel Amate, Josefa González, Butelo ha abierto el carnaval tal que así: «De nuevo en Córdoba arranca la fiesta de la Fantasía, Regalando sensaciones a todo aquel que viendo la vida pasar disfruta cada febrero con su mascarada. Llega de nuevo el febrero con Una tradición que aún deja huella, como la que dejas tú para siempre, querido Dandy del Carnaval».

Como si la vida y obra de Amate estuviera diseñada para ser contada a través de sus comparsas, el amigo del poeta ha ido hilvanando uno a uno los nombres de sus casi treinta comparsas, lo que no ha pasado desapercibido para los entendidos de la fiesta, que conocen de sobra el enorme rastro que dejó tras de sí. «Esa vida que te convirtió en auténtico Samurai que con Ilusión, como uno de Los Últimos Bandoleros, regalabas Coplas como el mejor Remedio pa tus males».

«Nos dejas El Alma en Pena», le ha espetado Butelo, «a esta Vieja Banda de carnavaleros, a Córdoba, a Cádiz, La Comparsa del Loco y Los Argentinos», antes de concluir la semblanza recordando con nostalgia ya al niño de la Piedra Escrita y arrancar el concurso A fuerza de Cariño.

Actuación de la comparsa 'Los Pintamundos', anoche, en el Gran Teatro. SÁNCHEZ MORENO

Como habría querido el propio Amate, la nostalgia se ha esfumado para dar paso de inmediato a la alegría y los chascarrillos que definen al Carnaval, de la mano de la chirigota Esto es pa ayer. Sobre el escenario, un montón de jefes de puro, retrovisor, bartola y calva, se han afanado por arrancar sonrisas al respetable, que como es habitual en estas lides, no ha dudado en ofrecer su poquito de feedback a los intérpretes. «Josele, que no te has puesto bien el relleno!»... En la calle, la carpa calentaba motores de cara a una edición agridulce que ojalá esté a la altura del maestro. Va por él.