Hoy en Córdoba la pobreza se enquista, la exclusión es una realidad más grave que antes de entrar en la crisis», afirmó ayer el director de Cáritas, Salvador Ruiz, en la presentación de la memoria de actividades desarrolladas el año pasado por esta organización. Esta idea respalda el hecho de que las Cáritas parroquiales atendieran a cerca de 18.000 familias en la provincia, un dato que es muy similar al de años anteriores y que llevó a Ruiz a valorar que «podría deberse a que han tocado techo».

Este responsable manifestó que «la pobreza se hereda», lamentó que Córdoba cuente con cuatro de los barrios más pobres de España (para los que pidió un plan integral de actuación) y abundó en que «nacer en Margaritas, el Polígono del Guadalquivir o el Sector Sur supone tener menos oportunidades y garantías sociales que hacerlo en el centro, en la avenida del Brillante o en cualquier barrio con situación de inclusión». Asimismo, alertó de que «existe un fenómeno cada vez más afianzado de feminización de la pobreza» y explicó que la mayoría de las personas que acuden a Cáritas son mujeres españolas de entre 20 y 40 años de edad, que tienen hijos a su cargo y un perfil de trabajadora pobre o desempleada. También aludió a su preocupación por los parados, destacando la situación de los jóvenes y los mayores de 55 años de edad.

En cuanto a las necesidades que se han cubierto a través de las parroquias, apuntó algunas como la alimentación, el empleo, la vivienda, el transporte y el gasto de farmacia, sobre lo que hizo hincapié en que

«hay muchas personas que han dejado de seguir tratamientos médicos por falta de recursos económicos». Junto a esto, puntualizó que «un problema importante que vemos en nuestras Cáritas parroquiales es que el aumento del precio del alquiler está llevando a personas a la exclusión».

Por otra parte, en los servicios generales de Cáritas Diocesana, a través de proyectos de atención a personas en situación de vulnerabilidad social, empleo y asistencia a sin hogar, fueron ayudados cerca de 4.000 cordobeses.

El director de la organización detalló que, sumando todas las inversiones, Cáritas destinó el año pasado 4,6 millones de euros a la realización de este trabajo. De estos, en torno al 35% procedió de la subvención percibida por la asignación tributaria del IRPF, mientras que el resto fueron fondos privados que llegaron a través de donaciones, suscripciones y legados de los ciudadanos.

LOS DATOS

EL 30% TIENE MENOS DE 19 AÑOS

EDADES / Cáritas destaca que el 30% de las personas asistidas en el 2018 tienen menos de 19 años de edad, aunque el grupo más necesitado (40%) tiene entre 20 y 44 años. El 26% tiene entre 45 y 64 años, y un 4% es mayor de 65 años.

CON HIJOS / Acerca del tipo de familia asistida por esta organización de la Iglesia católica, el informe revela que el 53% son parejas con hijos y un 29% son monoparentales. Además, casi el 79% de los atendidos son españoles y un 21%, extranjeros. Sobre la formación de los ayudados, Cáritas indica que en un 70% de los casos no cuentan con ella o es primaria, y un 3% ha realizado estudios superiores.

ACOGIDA / Los servicios generales de Cáritas atendieron el año pasado a casi 4.000 personas. De estas, 1.908 pasaron por el servicio de acogida y 823 personas sin hogar fueron admitidas en la Casa Madre del Redentor, la Residencia San Pablo y Virgen de la Merced (reclusos). En cuanto al empleo, fueron acompañadas 353 personas y también se contrató a 156 ciudadanos en exclusión desde los servicios de Cáritas y Solemccor, entre los que se encuentran la recogida de papel y cartón, textil, limpieza de edificios, reciclaje de aceite, la Escuela Restaurante, la ayuda a domicilio y los ecoparques. El economato social benefició a 316 personas.