El conjunto se alza como un canto a la libertad en honor de la Virgen de la Merced y a su intercesión sobre los privados de libertad. Así, alternará la orfebrería y el bordado. En el centro del respiradero frontal figura una escena en alto relieve de la Fundación de la Orden de la Merced. En las esquinas, unas cartelas sirven de nacimiento a las figuras exentas de medio cuerpo de dos esclavos. A lo largo del respiradero, alternándose con la rica ornamentación, figuran unas cartelas que recogen el himno ‘Virgen de la Libertad’, compuesto por los internos del centro penitenciario. La parte del bordado está concebida como una reja en alusión a la prisión. Una reja cubierta de flores, símbolo de las gracias de la Virgen de la Merced.