Menos intromisiones en la actividad económica y más apoyos para la empresa y para los trabajadores. El sempiterno debate sobre la necesidad de un cambio del modelo productivo se ve con escepticismo desde los empresarios, pues consideran que es el mercado y el consumidor el que regula la actividad. «Me da pavor cuando desde el Gobierno se habla de que hay que cambiar el modelo productivo», indica Rafael Amor, que piensa que es el mercado el que hace el cambio productivo y las administraciones apoyarlo. «Es el momento de la industria agroalimentaria, de la transformación digital, de conciliar la vida laboral y familiar con el teletrabajo», añade. Además, considera más importante hablar de la deuda de España y Andalucía con Córdoba, con Jaén y Huelva.

Marina Borrego considera que el cambio de modelo dependerá de las políticas que se adopten, pero también de los empresarios. «Nuestro suelo tiene que ser atractivo para que vengan empresas», señala Borrego, que insta a aprovechar la posición estratégica de la provincia y a que se aborde un plan estratégico de la ciudad de Córdoba.

El presidente de CECO piensa que el nuevo modelo productivo no se decide en un momento determinado, sino que es un proceso constante. «Las empresas tienen que ser rentables y dar beneficios, eso es fundamental, porque si no, no estamos hablando de empresas. El cambio de modelo productivo tiene que llegar por su propio peso. Hay políticas que ayudan, pero son decisiones empresariales. Hay que apoyar la logística y agilizar las inversiones previstas», explica Díaz. «Las administraciones lo que tienen que hacer es no estorbar mucho», puntualiza.

El secretario provincial de UGT, Vicente Palomares, pide medidas que atraigan al tejido empresarial. «Estamos perdiendo oportunidades con la logística», indica. Tras las graves consecuencias de la crisis del 2008, señala, la situación actual «está demostrando que no hemos aprendido en Córdoba». H