Como ya se viene constatando desde hace años, Córdoba no tiene entretiempo. Del verano pasamos al invierno y de éste al verano de un día para otro. Esto afecta a las ventas de ropa, ya que los consumidores no se animan a comprar hasta que la temperatura acompaña y se ha hecho «el cambio de armario», como decía una clienta en una tienda de la calle Foro Romano, antes Cruz Conde.

Miguel Delgado, encargado de Silbon, en la calle Foro Romano, admitía a este periódico que «el salto a las prendas de exterior aún no se ha dado porque no apetece y, además, su uso es cada vez menor», ya que los meses de verdadero frío se acortan «y la gente se lo piensa al comprarse abrigos o chaquetones para un uso de dos meses». En Trucco, en la misma calle, Carmen Cantillo señalaba que «todavía estamos vendiendo ropa de manga corta y prendas finitas» y que «esta semana, cuando ha empezado el fresco, parece que la gente se va animando». En Álvaro Moreno, en plena plaza de las Tendillas, constataban que «lo que más estamos vendiendo son los chalecos» y que «la colección de invierno está entrando esta semana».

Pero en las tiendas de la calle Foro Romano, una de las principales arterias del centro, lo que notan, sobre todo, aparte de la escasa iluminación, es la poca afluencia de gente por la calle. Y es que, como constata también el presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados, el eje comercial del centro se ha trasladado hace unos años a Gondomar-Concepción, mientras que la antigua calle Cruz Conde «que quedó inmejorable con la reforma, por una serie de condiciones, ha visto como comercios han cerrado y algunas franquicias se han ido a otros lugares de la ciudad». Sin embargo, «esperamos que recupere su pujanza de antaño», dijo.