La expectativa era igualar, al menos, la actividad registrada el año pasado, pero no ha sido posible. El comercio tradicional afirma que las ventas han caído en las rebajas de invierno y este resultado enlaza con una temporada que tampoco ha sido buena. Por el momento, las fuentes consultadas no han podido ofrecer datos del descenso de la facturación, porque todavía se está desarrollando la campaña, aunque avanzan que la esperanza se encuentra ahora en la llegada de la primavera.

En líneas generales, el balance coincide en los centros comerciales abiertos, que apuntan que el consumo ha sido «flojito». El presidente del CCA Centro, Manuel Blasco, destaca que, pese a que las dos primeras semanas solían ser las más fuertes, «han sido 20 días horrorosos» y también cree que tras la liberalización de las fechas «las rebajas están perdidas». De otro lado, el presidente del CCA Ciudad Jardín, Ramón Luque, apunta que «en el 2017 parecía que había una pequeña recuperación, pero este año ha bajado bastante la actividad», y muestra el deseo de que «como la Semana Santa viene antes, a ver si en la primavera el consumo es un poco mejor que ahora».

Su homólogo en el CCA La Viñuela, Manuel Calvo, indica que la venta se ha reducido en torno a un 2% en la campaña navideña y en las rebajas «ha sido algo más baja que el año pasado». No obstante, precisa que «pensamos que la primavera será buena, porque la gente ya está preguntando» por los artículos.

El presidente de la federación Comercio Córdoba, Rafael Bados, confirma que «los datos apuntaban a un volumen de venta similar al del año pasado, pero el comportamiento de las rebajas no ha sido el esperado». Así, entiende que la liberalización de las fechas «las ha herido de muerte» y que «esto afecta bastante al comercio de cercanía».