"¡Nos van a oír!" Ese ha sido el lema de la cacerolada en traje de baño convocada hoy por un grupo de más de vecinos de La Fuensantaen la puerta de la piscina del barrio para exigir que tanto estas instalaciones como las de la calle Marbella se abran "cuanto antes". La protesta, que viene a dar continuidad a la concentración celebrada ayer por el mismo motivo, ha reunido esta vez a más de un centenar de personas en una iniciativa que ha vuelto a surgir de forma espontánea en el vecindario ante la indignación que provoca que las dos piscinas públicas de la ciudad no se vayan a poder abrir al inicio del verano "por una mala gestión". Uno de los portavoces de los vecinos, Javier Pérez, ha cuestionado que ningún responsable del gobierno municipal haya acudido "a dar la cara y explicar qué ha ocurrido y qué soluciones podemos esperar". Consideran que "lo mínimo sería acercarse y pedir disculpas si se ha cometido un error".

Para los vecinos, "si uno sabe que poner en marcha una piscina va a ser complicado, porque llevan varios años abriéndola tarde, lo lógico es que se actúe con antelación y no se espere hasta mayo para iniciar los trámites para la licitación". Para los asistentes, todo se reduce a un problema de "dejadez", por lo que reclaman que se adopten medidas de urgencia para que las más de 200 familias que están abonadas cada verano en la Fuensanta y todos los usuarios que acuden tanto a esta como a la piscina de la calle Marbella puedan hacer uso de las instalaciones para afrontar los días de calor. Les preocupa además que se encuentren en buen estado de mantenimiento, "ya que por lo que sabemos no se han acometido las obras necesarias porque cada año la piscina se deja diez meses totalmente abandonada", aseguran.

Mientras se suceden las protestas, en el Polideportivo se están repartiendo las hojas de inscripciones, sin fecha de apertura prevista y varios vecinos están recogiendo firmas. "Ya llevamos más de 500 en solo dos días".