Podríamos decir que Caballerizas Reales ha quedado apalabrada a falta de que la operación de compraventa quede cerrada de manera definitiva. Esta semana, cuando expiraba la actual addenda del convenio de cesión, el Ayuntamiento de Córdoba ha informado del cierre del acuerdo con el Ministerio de Defensa, propietario del inmueble, que, no obstante y a falta de ser definitivo, ha obligado a firmar una nueva prórroga del convenio (la quinta según los cálculos de este periódico) para que se pueda concluir la operación. El nuevo plazo expirará en marzo del 2020. En ese tiempo, podría haber cambio de titulares tanto en el Ayuntamiento como en el Gobierno central, pues ambas instituciones se juegan su futuro en inminentes convocatorias electorales.

La novedad respecto a prórrogas anteriores no es baladí, ya que se ha fijado el precio a pagar para que el edificio pase a manos del Ayuntamiento (2,7 millones de euros, una cifra a la que se llega después de restar a los 5,8 millones del valor de tasación del inmueble los algo más de 3 millones que el Ayuntamiento ha invertido en este tiempo en mejoras y mantenimiento del edificio) y la forma de pago: la permuta a Defensa de una parcela de suelo municipal ubicada en el nuevo Zoco. Ambas partes parecen estar de acuerdo con el trato y coinciden en el interés de seguir negociando hasta la rúbrica final.

Por contra, continúa faltando lo mismo que desde hace 6 años, cuando por vez primera el Consistorio quiso adquirir Caballerizas Reales en el mandato de José Antonio Nieto (antes lo que había era un convenio para la cesión temporal durante 75 años del edificio a la ciudad), esto es, la compra en sí.

Esta dicotomía del avance sin cierre, del apalabrar a falta de compra, será terreno propicio para la crítica política y, en cualquier caso, tarea señalada para el próximo gobierno municipal, ya que es materialmente imposible que la operación quede rubricada por parte de la actual alcaldesa, Isabel Ambrosio.

En principio, la situación de Córdoba Ecuestre no se ve afectada con el nuevo escenario, según informan fuentes del gobierno local. Sus responsables, que no tienen aún constancia oficial de los avances realizados por el gobierno local, han explicado que seguirán desarrollando con normalidad su actividad «porque no hay cambios por ninguna de las dos partes». Desde esta entidad interpretan de forma positiva las noticias de esta semana porque entienden que «ambos quieren llegar a un acuerdo», aunque por el contrario lamentan que «les haya vuelto a coger el toro y hayan tenido que firmar una prórroga encubierta».

El presidente de Córdoba Ecuestre, Rafael Blanco, considera que esto alarga un año más una solución definitiva para Caballerizas, y que la asociación a la que representa dispone de ese plazo para continuar de forma «interina» ocupándose del espacio. «Lo primero que deberá aclararse es la titularidad de Caballerizas», comenta.

Sin embargo, esta situación «en precario» que arrastran desde hace años ya no supone un handicap para ellos ya que «en Córdoba Ecuestre tomamos la decisión de tirar para adelante como si fuéramos a estar aquí toda la vida y gestionamos de la única forma posible: a años vistas», asegura su responsable.