Desde que entre el 2005 y el 2008 la Escuela de Ingenieros Agrónomos y Montes (Etsiam) se trasladara al campus científico y tecnológico de Rabanales, por impulso del entonces rector, Amador Jover, y no sin polémica, el magnífico edificio circular que fuera emblema del centro quedó en desuso, a la espera de nuevas utilizaciones, bien universitarias o para la ciudad. La Universidad lo cedió durante un tiempo al Banco de Alimentos y «varias empresas se han interesado» por el mismo, como reconoce el vicerrector Antonio Cubero, entre ellas Prasa, que llegó a proyectar en él su proyecto de hospital internacional, que después se frustró. Cubero señaló que el edificio no está abandonado, tiene vigilancia privada constante que evita que en él se instalen okupas, pero aunque «es un edificio emblemático para Córdoba y valioso arquitectónicamente», admitió que la Universidad no puede invertir en su recuperación, pues «tenemos muchas urgencias».

No obstante, el vicerrector de Infraestructuras aseguró que van a retomar las negociaciones con la Gerencia de Urbanismo para que «se facilite el cambio de uso del edificio y los terrenos, que están catalogados como de equipamiento público, de forma que se pueda recalificar como privado». De esta forma, podría ser utilizado por alguna empresa. El edificio, diseñado por el arquitecto Fernando Moreno Barberá, en unos terrenos comprados por la Cámara Agraria a la Granja del Estado, está inscrito como edificio singular en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, dentro de la Arquitectura del Movimiento Moderno. El inmueble se inauguró en el año 1969.