No todo iba a ser malo. En medio de esta crisis sanitaria del coronavirus que tiene aislada a la población y que ha dejado sin actividad a empresas e industrias, la naturaleza vive un respiro que se está dejando notar en el comportamiento de las aves, que empiezan a colonizar los espacios ahora abandonados por la ciudadanía. En general, según señala Iván Parrillo, del grupo local de la Sociedad Española de Ornitología y coordinador en Córdoba de SEO Birding, la primera impresión es que es un buen momento para las aves.

Desde que el 14 de marzo se instauró el estado de alarma en nuestro país, el grupo faunístico de las aves ha detectado que algo raro pasa a su alrededor, continúa Parrillo, que explica que el abandono radical de plazas, jardines y, en definitiva, de todos los espacios de uso común de las ciudades determinará que muchas especies de aves se aventuren a explorar tranquilamente los territorios urbanos. Un ejemplo de ello son las ocas asilvestradas que paseaban en grupo tranquilamente por el Puente del Arenal hace tan solo unos días. En el campo, también ocurrirá algo parecido, donde las especies sentirán «que están algo más solas».

Las aves nos echaran de menos y, tal vez en el caso de las especies urbanas, podríamos pensar que no tendrán alimento, pero nada más lejos. Según explica este experto, «acabamos de empezar la primavera, estación en la que se producen las explosiones de insectos, que son el alimento de gran cantidad de estos animales». Esto, unido a una reducción de la actividad agrícola, hará que durante el confinamiento las aves tengan asegurada su carga alimentaria. Por otro lado, continúa Parrillo, la alimentación de manera suplementaria no se considera adecuada, pues «el alimento que ofrecemos a estas especies no es de calidad».

LA REPRODUCCIÓN // «Que nuestras palomas y gorriones no puedan aprovechar el recurso de las sobras de una terraza o los restos de comida que puedan ser adquiridos en la calle no supone un problema e, incluso, no sería aconsejable que este recurso fuera aprovechado», asegura este amante del mundo de las aves, que explica que «si queremos alimentarlas durante estos días, lo mejor será hacerlo desde nuestras terrazas y balcones siempre que no estemos en las cercanías de zonas ajardinadas, donde el alimento está más que asegurado».

En cuanto a su reproducción, esta situación será positiva de manera generalizada, pues en el caso de grandes rapaces, especies muy sensibles a las molestias antrópicas en el nido, la reducción de las actividades al aire libre como el senderismo, la bicicleta de montaña o la escalada favorecerá el éxito reproductor de las mismas. De igual manera, las obras paralizadas de rehabilitación de edificios históricos asegurará la reproducción de especies como el vencejo común o el cernícalo primilla, continúa Porrilla.

En definitiva, este confinamiento humano nos hará disfrutar de esta colonización desde nuestras terrazas y balcones participando en la iniciativa cordobesa terrazabirding, mientras que a nivel nacional se ha llamado quedateenelnido. Este proyecto de ciencia ciudadana pretende animar a todos los aficionados a las aves a observarlas desde casa y subir los datos a la plataforma e-bird, para poder analizarlos posteriormente. Quienes quieran participar de la iniciativa pueden ponerse en contacto con el grupo de Facebook (https://www.facebook.com/SEOCordoba/).