El área de Movilidad del Ayuntamiento de Córdoba, quizás por aquello de que las bicicletas son para el verano, trabaja a marchas forzadas para sacar lo antes posible el pliego de licitación del nuevo servicio de bicicletas públicas. Según Andrés Pino, concejal del área, «confiamos en que, como muy tarde, salga a licitación en marzo y que la nueva unidad de contratación municipal lo tramite en un par de meses». Una vez adjudicado, el proyecto se ejecutaría en un mes, según los técnicos municipales, de forma que es posible que los usuarios puedan utilizar las nuevas bicicletas públicas entre julio y agosto. Según Pino, para ser usuario solo hará falta el DNI, con el que obtener la tarjeta en el momento, en las mismas estaciones donde se encuentren aparcadas las bicicletas, un total de 75 repartidas por toda la ciudad, a excepción de las barriadas periféricas, El Naranjo y los polígonos industriales. En cada estación habrá una media de 10 bicis, por lo que en total estarán en la calle en torno a 750, más de las previstas inicialmente.

El uso requerirá el pago de «un precio simbólico», según el concejal, que repercutirá en la empresa adjudicataria del servicio, que tendrá también como contraprestación la posibilidad de alquilar como espacio publicitario los mupis de las estaciones y las propias bicicletas. El servicio se adjudicará a una empresa por un plazo de 10 años y esta deberá asumir la compra y mantenimiento de las bicicletas, así como la instalación de las 75 paradas. Con este sistema, una copia del utilizado en la ciudad de Murcia, «la puesta en marcha del servicio no tendrá ningún coste para el Ayuntamiento». Pino no pudo concretar el precio exacto, pero adelantó que habrá «bonos anuales, mensuales, semanales y hasta diarios, para que puedan utilizarlo las personas que vienen de fuera». El objetivo último es «ofrecer un servicio cercano (a menos de 300 metros de cualquier domicilio) y barato para los ciudadanos», recalcó Pino.

Para el Ayuntamiento, impulsar el uso de este medio de transporte pasa «como prioridad no tanto por aumentar la red de carril bici, que vamos a seguir impulsando, sino porque haya una mayor disponibilidad de bicicletas», aseguró. El área de Movilidad tiene previsto además regular lo que han bautizado como «ciclocalles», en referencia a una serie de vías públicas situadas en barrios determinados como la parte antigua de Ciudad Jardín o el casco histórico, entre otras, en las que se limitará la velocidad a 20 o 30 km/h. En esas ciclocalles, sin carril bici, o por sus dimensiones sin opción a instalarlo, los coches deberán convivir con las bicicletas, por lo que todos tendrán que circular más despacio.

‘BICIPÁRKINGS’ // Por otro lado, Injupisa está trabajando en un nuevo Proyecto con alma vinculado al uso de la bicicleta. Se trata de biciparkings que pretende instalar en locales por toda la ciudad con el fin de ofrecer a los propietarios de bici lugares en los barrios donde aparcarlas que sean de acceso fácil, a un precio módico y con servicios extra de postes de luz (bici eléctrica), inflado de ruedas, taquillas o lavado. Según el gerente, José Antonio Piedra, «queremos contribuir a hacer que la bicicleta en Córdoba sea cómoda y dar respuesta a quienes tienen problemas para tenerlas en casa por falta de espacio».