El barrio del Zumbacón nació a partir de la década de los 50 del pasado siglo en una zona deprimida y abandonada de la ciudad que hasta entonces había estado ocupado por infinidad de chozos. Allí residían algunos de los cordobeses más pobres de la ciudad, muchos de ellos procedentes de la provincia que llegaron a la capital en busca de un futuro mejor. Se instalaron, en una zona de campo donde pudieron levantar, de manera desordenada y anárquica, un techo bajo el que guarecerse y donde tener animales para el autoabastecimiento.

En esta parte de la ciudad, situada frente a la Fuensantilla, a la derecha del Camino de los Santos Pintados, según recoge el plano de 1884 de Casañal y Zapatero, todo era campo. Más tarde se construiría allí el hospital Militar de San Fernando, que en junio de 1927 visitaría «el infante D. Carlos de Borbón, capitán general de Andalucía», según la información publicada por Diario de Córdoba el 27 de ese mes. Estas instalaciones se cedieron al Ayuntamiento a principios del siglo XXI.

La prensa de principios de siglo XX recoge un buen número de sucesos como robos, estafas y crímenes de diversa índole sucedidos «en el lugar conocido como el Zumbacón, próximo al arroyo de las Piedras». Décadas más tarde, el periodista Rafael Gago, según señala Francisco Solano Márquez en su obra La Córdoba de Cruz Conde, describe a esta zona como «la ciudad sin ley», motivo que a finales del 54 llevó al Ayuntamiento de la ciudad, presidido por Antonio Cruz Conde, a aprobar «la desaparición del Zumbacón y la creación de una zona verde que adecente y embellezca el lugar, verdadero escaparate de la ciudad desde el nuevo acceso de Levante».

Comienza así a configurarse el actual barrio del Zumbacón, muy alejado de la imagen miserable. El Patronato de Casas Baratas San Rafael, como recoge Solano, comienza a levantar un nuevo barrio, que denominan Miraflores, y con él una treintena de viviendas y la iglesia de San Antonio de Padua, inaugurada en 1954 por el obispo de Córdoba Albino González y Menéndez-Reigada, Fray Albino, y donde se encuentra la imagen de la Virgen de la Merced.

Poco a poco va surgiendo un nuevo espacio residencial de la ciudad. Más tarde se lograría la desaparición total de los chozos, para dar paso «a la creación de la zona verde y el polígono industrial de Chinales, ya en la década siguiente», como destaca el periodista cordobés.

El Zumbacón, un nombre cuyo origen ha dado lugar a numerosas especulaciones, ha experimentado múltiples transformaciones a lo largo de las últimas décadas. Aunque aún se mantienen muchas de las casas que se construyeron en los años 50 y 60, han ido surgiendo nuevas construcciones, muy especialmente con la ejecución del Plan Renfe que permitió el soterramiento de buena parte del trazado de la línea de ferrocarril en esta zona y que le dio al barrio nuevos avenidas y servicios, así como espacios verdes. A su vez mejoró las conexiones con los barrios vecinos, como Valdeolleros, Ollerías, Levante y Fátima y hoy el Zumbacón es una zona amable y tranquila con una buena demanda de vivienda.