La llegada a Córdoba del primer perro turista que recorre España para conocer la accesibilidad de la oferta turística dog friendly ha puesto sobre la mesa el desfase que existe en la normativa local en materia de control animal, con una ordenanza municipal de 1993 especialmente restrictiva que lleva intentando actualizarse desde el año 2000 sin éxito debido a los sucesivos cambios normativos a nivel autonómico, estatal y europeo que han ido superponiéndose desde esa fecha, según el responsable del Centro de Control Animal de Sadeco, Enrique Flores. «Estamos trabajando ahora en el quinto anteproyecto de ordenanza, pero lo que está claro es que mientras se actualiza la ordenanza, cualquier punto que se vea superado por la ley andaluza obviamente deja de estar vigente».

¿Qué significa eso? Para empezar, que a diferencia de lo que ocurre en la práctica, tal y como exige la ley de control animal andaluza en su artículo 14, son los «hoteles, restaurantes, bares, tabernas y otros establecimientos públicos donde se consumen bebidas y comidas» los que necesitan una autorización administrativa para prohibir el acceso a mascotas, mostrando «un distintivo que lo indique visible en el exterior del local». La misma norma deja claro a los dueños de animales de compañía que para acceder a este tipo de espacios los animales «siempre que no constituyan un peligro para los transeúntes u otros animales» deben ir «conducidos por sus poseedores» y en el caso de los perros «sujetos por una correa, con identificación y, si pesan más de 20 kilos, con bozal, correa resistente y no extensible y conducidos por mayores de edad». En ningún caso se puede prohibir la entrada a los perros guía, algo que sí parece cumplirse a rajatabla.

La ley andaluza, que alude expresamente a este tipo de establecimientos, no se refiere sin embargo, a monumentos y espacios culturales, que en Córdoba también son especialmente restrictivos, ya que en ninguno se permite el acceso a animales de compañía, a excepción de los perros guía. Pablo Muñoz, propietario del perro turista que recorre España, ha realizado un sondeo en distintos establecimientos y su conclusión es que Córdoba «está en la media» y por tanto, aprueba en materia de alojamiento, ya que hay variedad de hoteles donde los perros son bienvenidos (dog friendly), pero necesita mejorar en cuanto a establecimientos de hostelería (solo ha encontrado tres bares en la ciudad). En cuanto al transporte público, los autobuses «solo permiten perros pequeños en transportín» y los taxis, a discreción del conductor. En Renfe, los Cercanías autorizan perros de cualquier tamaño atados y con bozal y los de larga distancia, solo hasta 10 kilos.