El administrador del Grupo Barea, Antonio Barea, afirmó ayer que, «si me obligan a mucho, tendré que cerrarla, como todos los negocios», en referencia a las medidas que se están adoptando sobre las instalaciones de Recicor XXI, ubicadas en la carretera de Guadalcázar, después del fuego que sufrió el 8 de octubre pasado.

Este responsable avanzó que «intentaremos rebatir las cosas», al ser preguntado por la propuesta de iniciar un procedimiento sancionador, recogida en un informe de la Consejería de Medio Ambiente cuyo resultado fue dado a conocer ayer. En esta línea, eludió realizar valoraciones sobre esta última noticia, aunque sí detalló que, desde que tuvo lugar el incidente, la actividad de la planta se encuentra paralizada «y no hemos despedido a nadie». También detalló que cuentan con unos ocho trabajadores directos en estas instalaciones, a los que se sumarían los de las empresas que les prestan servicios.

En otro orden de cosas, el administrador del Grupo Barea comentó que el informe en el que la Guardia Civil determinó que el fuego fue fortuito les aporta tranquilidad y precisó que «no ha habido mala fe».

Antonio Barea destacó que comenzó en la actividad de los vertederos en el año 1968 y el siniestro de octubre «es la primera incidencia que tenemos». Grupo Barea alberga una decena de empresas en la actualidad, en las que trabajan en torno a 200 profesionales.

Desde un primer momento, este responsable sostuvo que el incendio de la planta de reciclaje había sido accidental y lo relacionó con los distintos materiales que llegan al vertedero y las altas temperaturas. Este suceso obligó a los bomberos a trabajar durante varios días y varias noches para su extinción, e incluso originó cierta polémica entre el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía, a raíz del informe realizado por los bomberos, que señaló que esta empresa quemaba residuos sin autorización y más de los permitidos. Entre otros aspectos, desde la Junta de Andalucía hicieron hincapié en que corresponde a Medio Ambiente evaluar los posibles incumplimientos de Recicor, una labor cuyo resultado trascendió ayer.