Un hombre lloró en el pleno de ayer. Su queja, como la de casi todos los ciudadanos que suben al estrado durante estas sesiones, fue un baño de realidad para los concejales de la Corporación. Suelen ser discursos sencillos y peticiones sensatas, del día a día. El hombre que lloró ayer se llama Manuel Gálvez y representaba al Ampa del CEIP Ciudad Jardín, donde, inferimos, estudia alguno de sus hijos. Después de explicar que ningún concejal había ido nunca a este colegio y de que han tenido que hacer hasta colectas para pagar arreglos que corresponde abonar a las administraciones (como pintar), lanzó un SOS claro a los señores ediles: «Sed nuestras voces ante otras instituciones».

Al menos ayer la moción por la que intervino este ciudadano salió adelante y por unanimidad, y en breve se podrá decir si los concejales han tomado buena nota de sus ruegos o los han echado en saco roto. Con ella, el Ayuntamiento se ha comprometido a acometer actuaciones urgentes en los colegios Ciudad Jardín, Nuestra Señora de Linares y el centro de adultos Luis de Góngora, cuya representante le echó en cara a la alcaldesa no haber cumplido su palabra: «Nos dijo que arreglaría nuestro problema en dos semanas y han pasado dos meses», le espetó.

Surrealista resultó el debate sobre la moción del PP para equipamientos ciudadanos en el distrito centro, que pedía dar uso al colegio Luciana Centeno y a la escuela infantil Félix Ortega. Mientras que los populares explicaron que llevaban la moción porque la que se aprobó en febrero del 2016 en este mismo sentido no se había cumplido; el equipo de gobierno los acusaba de querer introducir «bajo la apariencia de inocencia» un mensaje subrepticio (para que la iniciativa la llevara la asociación Fecorave en vez del consejo de distrito). «El proceso que seguimos para dar uso al Luciana Centeno es normal, lógico y bueno. Ha habido ya contactos a través del consejo de distrito y estamos haciendo un reglamento de uso de espacios vacíos», explicó el concejal del PSOE David Luque. A lo que José María Bellido, portavoz del PP, le espetó: «Retomamos esa demanda porque, déjense de excusas, no han hecho absolutamente nada. No apoyan lo que piden los vecinos porque lo pide el PP». Tras el debate, el pleno rechazó la moción que se había aprobado en febrero del 2016.