El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, ha alentado a reclamar el impulso reformista para mejorar la calidad de las instituciones y las leyes. Lo ha hecho en Córdoba durante su intervención en la jornada ‘El futuro del Poder Judicial’, organizada por el Colegio de Abogados de Córdoba. “No renunciemos a las reformas para mejorar la calidad de nuestras instituciones y de nuestras leyes, reclamemos ese impulso”, ha pedido Aznar, quien ha asegurado que “el Derecho es la piedra angular de la arquitectura social, y si el Derecho, la norma, se vuelve movediza e insegura, el resultado serán instituciones debilitadas, ciudadanos desprotegidos e intereses legítimos comprometidos”, según informa FAES en un comunicado.

En este sentido, ha dicho que “la seguridad jurídica es esencial y no podemos considerarla como un valor para siempre”. Por el contrario, Aznar ha alertado de que “la ponen en cuestión los que reinciden en el uso alternativo del Derecho y sustituyen el razonamiento jurídico por un discurso ideológico; la ponen en cuestión las posiciones rupturistas de nacionalismos y populismos, que contraponen la democracia a la ley, como si las leyes vinieran de otro planeta y no de la representación política de los ciudadanos legitimada por las urnas y por la Constitución”.

Aznar ha reiterado que “además de estabilidad política debemos avanzar en calidad institucional y normativa. Necesitamos nuevos impulsos de modernización”. A este respecto ha asegurado ser consciente de que “hay varias líneas de reforma que están siendo estudiadas” y que queda lejos de su intención “arrogarme autoridad para prescribir soluciones”. “Estoy convencido de que encima de la mesa hay buenas ideas que pueden producir efectos muy positivos si se articulan con acuerdo y son apoyadas con un compromiso razonable de aumento de los medios materiales y personales”, ha dicho.

Sin embargo, ha recordado que ya anteriormente “he expresado mi preocupación porque el estado de fragmentación parlamentaria sin que se hayan podido definir mayorías claras puede ofrecer estabilidad, pero no ser capaz de impulsar reformas”. “Por eso insisto en que no nos podemos permitir el dilema entre estabilidad y reformas. Necesitamos las dos, porque no es razonable confiarlo todo a la inercia de una recuperación que ofrece indicadores de crecimiento y empleo muy positivos pero que debe seguir recibiendo impulso”, ha precisado.

“Esa necesidad es aún más imperiosa si nos damos cuenta de que el entorno no va ayudar. Nos esperan tiempos de incertidumbre, de freno proteccionista, de dudas sobre el proyecto europeo y de puesta en cuestión de las reglas del juego”, ha añadido.

COMPETITIVIDAD INSTITUCIONAL Y NORMATIVA

Aznar ha afirmado asimismo que la “necesidad de mejora normativa, de eficacia y eficiencia en los procedimientos judiciales y administrativos viene determinada por la necesidad de que España gane competitividad como país”. “Ya no sólo compiten las empresas, también lo hacen a nivel global los sistemas institucionales y normativos, y esa competencia va a ser más exigente si se confirman los tiempos de proteccionismo que se divisan”, ha explicado.

Por ello, el expresidente el Gobierno ha precisado que “nuestro sistema tiene que mejorar en la aplicación y credibilidad de sus normas. A cada problema no se puede responder multiplicando regulaciones, órganos y controles”. “Sería necesario revisar la cantidad y la calidad de muchas normas”, ha sugerido, porque si bien “se han dado pasos para que se legisle menos y mejor, hay que intensificarlos”.

A su juicio, “la proliferación normativa injustificada produce cuatro efectos negativos: impide identificar cuál es la administración responsable de hacer cada cosa; crea incertidumbre y añade costes innecesarios; fragmenta el mercado interior, y aumenta el riesgo de irregularidades en los procedimientos y en la gestión”.