El teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, llevó ayer de nuevo a la comisión previa al pleno la actualización del reglamento de honores y distinciones de la ciudad, después de que este asunto se dejara aparcado a principios de mandato y ocurriese lo mismo en el mandato anterior. El reglamento, que ordena el protocolo y que data de los años 60, solo ha recibido enmiendas del grupo de Ganemos y otra de la Policía Local, para que este cuerpo esté presente en los actos institucionales a los que acuden otras fuerzas policiales. El PP también propuso ayer volver a permitir --en casos excepcionales y siempre que haya consenso-- que personas vivas puedan dar nombre a calles, algo que parece que no se apoyará por los problemas que esto ha generado. Respecto a las enmiendas de Ganemos se tendrán en cuenta algunas, si bien se rechazarán otras como la propuesta de que hubiera un cronista y una cronista de manera simultánea en la ciudad; que en la concesión de medallas de la ciudad hubiera al menos un 50% de mujeres, o que en los nombramientos del callejero tengan prioridad los nombres de mujeres hasta que se iguale el número de calles con nombre de hombres. Estas últimas no se incluirán en el reglamento al considerarse más una decisión política, que algo que tuviera que regularse desde el marco normativo.

Por contra, sí se incluirán en el reglamento, por ejemplo, que ninguno de los distinguidos haya realizado «declaraciones o acciones contra los derechos humanos, ni manifestaciones contrarias a la igualdad de las personas». Según el reglamento, las distinciones honoríficas que concederá el Ayuntamiento son el Blasón de la Ciudad, la Llave de la Ciudad, los títulos de Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo, la Medalla de la ciudad y la Medalla al Mérito de la Ciudad.