El Ayuntamiento quiere cumplir el Pacto de Milán y bajo el paraguas de ese acuerdo internacional va a promover varias actividades para impulsar la gastronomía sostenible. La concejala de Infraestructuras, Amparo Pernichi, ha presentado esta mañana el proyecto Córdoba, gastronomía sostenible, que, entre sus propuestas, cuenta con una que, sin duda, tendrá una alta participación, la elaboración de un recetario de cocina de aquí a Navidad, "un recetario alternativo en un momento en el que los ciudadanos se preocupan mucho por la comida", señala Pernichi.

El recetario se elaborará a través de un concurso denominado Cocinanos bien, cuyo premio será una invitación para dos personas a uno de los restaurantes de Córdoba con estrella Michelín. Las bases de este concurso se pueden consultar en www.cordoba.es/medio-ambiente. El concurso tendrá tres ámbitos, el ciudadano, el de los especialistas en restauración y el de los alumnos del IES Gran Capitán.

En las actividades previstas, el Ayuntamiento contará con la colaboración de chefs con estrella Michelín en Córdoba, con el área de Participación Ciudadana, que organizará talleres en todos los centros cívicos, y con él IES Gran Capitán, que tiene un módulo de restauración y a cuyo alumnado se intentará formar en la cocina sostenible. La cátedra de Gastronomía de la UCO también se ha sumado a la iniciativa.

El proyecto se presentará el día 28 de septiembre en el Centro de Educación Ambiental, a las 11,00 horas. Ese día el chef cordobés Paco Morales ofrecerá una conferencia. Además, habrá una exposición de productos ecológicos y de comercio justo y degustación de aperitivos sostenibles. La exposición y la degustación se repetirán en cada actividad. A lo largo de octubre y noviembre se sucederán los talleres sobre gastronomía sostenible en todos los centros cívicos. Entre las actividades previstas, hay una master class que impartirá la chef Celia Jiménez en el IES Gran Capitán. Después, el chef Kisko García será el encargado de presentar el recetario.

La gastronomía sostenible defiende un consumo responsable, con ingredientes de temporada, productos de cercanía y alimentos ecológicos, y persigue la reducción del gasto de energía, el ahorro de agua, que no se desperdicie comida y, en definitiva, reducir, reutilizar y reciclar. El objetivo final del proyecto es, según Pernichi, "poner en la calle que es necesaria una alimentación de otra manera si queremos cambiar el modelo productivo y de distribución de los Gasalimentos, lo que tendrá un impacto en la salud".