La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, pidió ayer disculpas por las molestias ocasionadas a los ciudadanos por el colapso de la oficina de atención ciudadana e informó de que se va a habilitar un teléfono para dar citas previas (aún no funciona) y tratar de reducir así los tiempos de espera. Con esta «medida de choque», además, se quiere redirigir a los centros cívicos la demanda, de modo que la sede de Gran Capitán se vaya descongestionando de manera progresiva y los trámites se desarrollen cada vez más en los distritos.

La regidora explicó que el gobierno local ha hecho «un esfuerzo» para descentralizar el servicio hacia los centros cívicos, y que espera que con el tiempo los usuarios vayan acostumbrándose al nuevo sistema. Además se espera que haya un incremento de las consultas on-line, un sistema telemático que también reúne muchas críticas. «Al nuevo sistema le hace falta rodaje, pero con el paso del tiempo irá mejorando», dijo. La alcaldesa no anunció ninguna medida de momento para aliviar la carga de trabajo que los empleados denuncian soportar a diario, ya que han visto muy mermada la dotación de personal en esta oficina (de 18 a 8 trabajadores, pero dos de ellos están de baja). También se está a la espera de que se produzca el traslado definitivo de la oficina tributaria, compuesta de 8 agentes tributarios, desde la sede de Capitulares a la de Gran Capitán. Fuentes de la Delegación de Hacienda indicaron ayer que están esperando «dede el 6 de noviembre la provisión de puestos de trabajo y todavía no tenemos constancia de que se haya producido».