La concejala de Infraestructuras, Amparo Pernichi, aseguró ayer que al Ayuntamiento «no le consta» que haya colegios con aire acondicionado, aunque aseguró que, de ser así, esto podría suponer un problema de seguridad porque «lo que sí nos consta es que ningún centro cuenta con una instalación eléctrica que pueda soportar un suministro de estas características, ni tampoco se han adecuado los contratos con Endesa para aumentar la potencia con este fin».

Pernichi, que dijo estar a la espera de que la Junta informe sobre las medidas que va a adoptar, hizo ayer estas declaraciones, a preguntas de los periodistas, tras conocerse el diagnóstico municipal, publicado por este diario, que alerta de que el 25% de los colegios requiere obras urgentes en cubiertas y ventanas para mejorar la climatización y señala que ninguno podría, sin acometer actuaciones previas, asumir la carga eléctrica del aire acondicionado. Esta información contrasta con el hecho, más que conocido, de que, ante la falta de respuesta a las necesidades de climatización de los centros por parte de la administración competente, la Junta de Andalucía, muchas asociaciones de padres y madres han optado por instalar aires acondicionados en los centros, con el fin de garantizar cierta habitabilidad en las aulas. El diagnóstico ha puesto sobre la mesa el riesgo potencial de tal circunstancia ante la cual la Consejería de Educación parece no tener respuesta. Este periódico intentó averiguar ayer sin éxito cuál es el proceso que se sigue en los centros con aire acondicionado y cuántos constan que disponen de ellos.

En cualquier caso, la realidad es que los meses de calor se acercan sin que la Junta haya tomado aún medidas para atajar el problema este verano. De momento, Educación ha anunciado que en la provincia de Córdoba se acometerán 32 actuaciones, pero no se sabe en qué colegios o institutos. El verano pasado se invirtió medio millón de euros en 8 centros cordobeses aunque, según la información recabada, estas obras menores para la mejora de cubiertas o instalación de porches o toldos no han resuelto el problema de forma definitiva.