El Ayuntamiento de Córdoba quiere adelantarse a la entrada en vigor de la ley andaluza sobre el cambio climático, que persigue la reducción de emisiones de efecto invernadero a la atmósfera. Para ello, la delegación municipal de Medio Ambiente ultima un plan estratégico de adaptación al cambio climático, que incluirá medidas dirigidas a la reducción del tráfico, a la disminución de las velocidades de circulación, la ampliación de las zonas peatonales o a incentivar el uso de vehículos eléctricos y la bicicleta frente al coche de gasoil o gasolina privado. Se tratará, fundamentalmente, de medidas tendentes a disuadir a los conductores de que no cojan el vehículo si no es estrictamente necesario y a calmar el tráfico (con la reducción de la velocidad permitida de 50 a 30 kilómetros por hora, la instalación de los llamados lomos de asno o de semáforos foto-rojo que incluyen cámaras pone multas, o con la limitación del tráfico en momentos puntuales) en avenidas con mucha densidad circulatoria como la avenida Barcelona, Al-Nasir o Carlos III.

El plan, que debe estar listo antes del 30 de junio, permitirá disponer de un análisis completo de la situación real (cómo está afectando el cambio climático en Córdoba), y establecerá medidas concretas para frenar sus consecuencias. «El tráfico es el principal problema de contaminación y de ruido en nuestra ciudad», recordó ayer la concejala de Medio Ambiente, Amparo Pernichi (IU), que explicó que en la elaboración de este plan municipal se incluirán las conclusiones de otros planes municipales transversales como el plan de ruido o el plan de calidad del aire (que ya tienen un borrador de actuaciones), e intervendrán en él otros documentos como el plan de movilidad sostenible, el Pacto por el clima o el plan de eficiencia energética, que contempla acciones concretas como la reducción del consumo en el Ayuntamiento en 6,2 gigavatios anuales. Pernichi reconoció que reducir las emisiones de CO2 pasa por dificultar la circulación y, en el caso de Córdoba, no tanto con la ampliación de zonas restringidas al uso de vehículos (porque ya existen las zonas Acire), sino con la aplicación de medidas disuasorias para tal uso. También recordó que no es baladí la puesta en marcha de medidas contundentes ya que en 2015 Córdoba, sin apenas industria, superó por primera vez los niveles permitidos de contaminación por óxido nitroso (NO2), uno de los elementos más perjudiciales para la salud, con una media de 41 nanogramos por metro cúbico en la estación de medición de la calidad del aire de Al Nasir (lo permitido son 40). La concejala también incidió en que se han registrado el año pasado temperaturas por encima de las medias históricas y puso de ejemplo que solo entre el aparcamiento de la Diputación y los jardines de Colón hay una diferencia de 6 grados de temperatura por la presencia de masa arbórea, para destacar la importancia de que el plan deberá incluir medidas transversales que afectarán a casi todas las áreas municipales.