El Ayuntamiento acabó bastante bien el ejercicio 2017. Según el decreto sobre la aprobación de la liquidación del presupuesto correspondiente al año pasado, firmado por la alcaldesa, Isabel Ambrosio, el Ayuntamiento cerró el ejercicio con un remanente de tesorería positivo para gastos generales por importe de 23,4 millones de euros, que no está nada mal y que supera en 3 millones de euros el obtenido un año antes, en el 2016, cuando logró un superávit de 20,3 millones, según el documento de la Dirección General de Hacienda al que ha tenido acceso este periódico. El Ayuntamiento tendrá que decidir ahora a qué inversiones destina parte de ese superávit.

El Ayuntamiento acabó el 2017 con 99,1 millones de fondos líquidos, 22,5 millones más que un año antes. Además, a diciembre del 2017 contaba con 118 millones en derechos pendientes de cobro, 18,3 menos que el ejercicio anterior. En cuanto a las obligaciones pendientes de pago, ascendían a 54,5 millones, 3,8 millones menos que el año anterior. A todas estas cifras hay que añadir los 9,4 millones de partidas pendientes de aplicación (frente a los 6,5 millones del 2016). El remanente de tesorería total del presupuesto municipal asciende a 153,1 millones frente a los 148 del ejercicio anterior. En cuanto a los saldos de dudoso cobro, al cerrar el año ascendían a 39,4, algo más que un año antes (38,3 millones). El exceso de financiación afectada durante el 2017 fue de 90,2 millones. Por último, la diferencia entre ingresos y gastos fue de 28,8 millones.

El PP criticó este mismo mes que Córdoba pierde oportunidades y exigió la celebración de un pleno extraordinario para decidir a qué se destina ese superávit. Sin embargo, la alcaldesa rechazó la celebración del pleno y garantizó que se harán todas la inversiones.