Ana María Cuevas Ángeles (Jaén, 1968) está vinculada a Pacma desde el año 2015, después de una vocación animalista «tardía» pero intensa. Está convencida de que «es necesario luchar por una sociedad comprometida con el medio ambiente y opuesta a cualquier sufrimiento animal», y considera que la sociedad no puede seguir avanzando «de espaldas a todo aquello que pueda acabar por deteriorar el planeta». Cuenta que los animales le dan la paz cuando llega a casa --tiene dos perros y uno más en acogida-- y que le han enseñado cosas de ella misma que desconocía. Después de trabajar 22 años en el supermercado Eroski, cuando este cerró sus puertas tuvo que reinventarse y se puso a estudiar auxiliar sociosanitario. Su esfuerzo y valentía se han visto recompensados y actualmente trabaja en la residencia cordobesa Séneca de la tercera edad, donde pone «toda su dedicación y cariño a que las personas que cuida sean felices».