La secretaria general de CCOO, Marina Borrego, entiende que lo que está sucediendo en el mercado laboral cordobés «es tristísimo» y, preguntada por la situación de los 29.700 hogares cordobeses que tienen a todos sus activos parados, detalla que no solo se dan estas situaciones, sino que «la reforma laboral nos ha traído, principalmente, mucha precariedad, no solo temporalidad, sino parcialidad en la contratación». En este contexto se dan casos, según comenta, en los que una empresa tiene 50 trabajadores y todos contratados a tiempo parcial, una situación que, según precisa, no se puede controlar con la Inspección porque quizá no tienen horarios establecidos. A modo de ejemplo, cita el caso de una trabajadora que acudió recientemente a CCOO porque ha sido despedida tras rechazar una jornada de 48 horas en un comercio. Borrego relata que esta profesional ya trabajaba 44 horas por un sueldo de 800 euros, pero cuando le pidieron que lo hiciera también los sábados por la tarde se negó «y la han despedido, eso es a diario». A esto añade que, con contratos a tiempo parcial, los trabajadores «llevan a su casa 400 o 500 euros», por lo que «la gente nos dice que no tiene para vivir», y concluye que «aumenta el número de pobres». En su opinión, la economía no puede remontar «ni con la agricultura y el turismo, ni con la contratación que se está haciendo», y lamenta que «Córdoba no tiene proyecto para que venga la industria».
Borrego cree que «las familias no estamos saliendo de la crisis», una idea en la que coincide el secretario general de UGT, Vicente Palomares. Este se muestra contundente al afirmar que «si no se reactiva el consumo, y eso solo se puede hacer aumentando el poder adquisitivo de las familias, no vamos a salir de esta situación en la vida». En esta línea, Palomares advierte de que «si no se conciencia de que los beneficios que parece que empiezan a llegar a las empresas comiencen a repartirse, en poco tiempo volveremos a encontrarnos en una situación de desaceleración».
A su juicio, la falta de industria «hace que haya empleos con menos poder adquisitivo», por lo que reivindica políticas que fomenten el desarrollo de este sector, y también «un aumento de los salarios o del poder adquisitivo de las familias, para reactivar el consumo y que las empresas tengan que producir más, con lo que, al final, se creará más empleo».
El secretario general de UGT recuerda que «en Córdoba se vive de los servicios y en los pueblos, básicamente, de la agricultura, que no deja de ser estacional y empleos que no dan garantía de futuro». También confirma que existen los trabajadores «pobres» y subraya que «la crisis ha propiciado que empleos con ciertos derechos o con condiciones salariales medianamente dignas hayan pasado a ser empleos con menos derechos y salarios bastante más bajos». Así, hace hincapié en que «ahora hay quien ni llega a ser mileurista» y destaca que, a pesar de que los costes de la vida se han elevado, «los salarios, si se comparan con los del año 2008, tienen niveles bastante más bajos».