El PGOU no solo marca el camino a seguir para que la ciudad crezca por zonas sin urbanizar, sino que indica las pautas para transformar espacios que ya están ocupados por negocios, industrias o viviendas con el fin de mejorarlos y adaptarlos a los nuevos tiempos. Atrapadas en ese desarrollo urbanístico hay numerosas familias que saben que su permanencia en el lugar en el que residen, o en el que tienen su negocio, cuenta con fecha de caducidad, por lo que tarde o temprano deben irse, pero que ven cómo pasa el tiempo y todo sigue igual, con el agravante de que carecen de margen de maniobra si quieren hacer obras de envergadura.

Lo que marca el PGOU en Córdoba y su periferia

Tanto en el núcleo principal como en las barriadas periféricas, el plan fijaba las actuaciones que debían realizarse en suelo urbano no consolidado para urbanizar completamente el ámbito afectado o reordenarlo. Para ello establecía estudios de detalle (ED), para alineaciones y fachadas, y planes especiales de reforma interior (PERI), para una reordenación más amplia que debían ejecutar los propietarios de los terrenos que iban a edificarse. El PGOU aludía a 91 actuaciones con las que se creaban cerca de 10.000 viviendas. De ellas, más de la mitad se han tramitado o se están tramitando, y un buen número se ha llevado a la práctica, aunque aún queda camino que recorrer, lo que crea inquietud entre los afectados.

El presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano y coordinador de Ciudad Física de Al-Zahara, Juan Andrés de Gracia, indica que algunos de esos planes «se están desarrollando y otros no». De Gracia recuerda que «ha habido un proceso participativo de años en el que quien ha querido recurrir ha podido hacerlo». Añade que «el PGOU tenía una temporalidad que se ha roto en algunos casos» y «muchas actuaciones del casco no se han ejecutado porque a los propietarios no les ha interesado». Añade que «hay piezas en las que muchas personas quedan atrapadas porque pasa el tiempo, el Ayuntamiento no ejecuta lo previsto y la gente no puede hacer nada», solo las actuaciones de mantenimiento.

Urbanismo aclara que «el desarrollo y ejecución de los planes urbanísticos es más pausado que lo previsto en su programación en toda clase de suelo». En unos casos el ritmo depende de la iniciativa pública, en otros, de la privada. Asegura que, en los casos de expropiación, «el régimen de fuera de ordenación permite cierto tipo de obras y no lo paraliza todo», al igual que «en los planes privados cuando afectan a edificaciones existentes», ya que «pueden llevar a cabo actuaciones de consolidación siempre que no aumenten el valor».

El ensanche de las avenidas de Barcelona y Trassierra

Afectadas por sistemas generales, LE-12 (plaza Corazón de María) y MA-5 y MA-6 (Santa María de Trassierra), hay varias viviendas, algunas ya expropiadas y otras en proceso de expropiación, para ensanchar las avenidas de Barcelona y de Trassierra. Para la ampliación de la avenida de Barcelona han hecho falta siete inmuebles, de los que cuatro están en manos del Ayuntamiento desde los años 2001 y 2002 y el resto son los afectados por el procedimiento iniciado en el 2016. En cuanto a la avenida de Trassierra, el Ayuntamiento ya tenía inmuebles expropiados, a los que se suman seis más del proceso iniciado en el 2016 para completar la remodelación de la vía.

Curioso es el caso del solar de Costanillas, previsto para aparcamiento e instalaciones deportivas, en el que la Gerencia de Urbanismo se ha visto forzada a iniciar la expropiación a petición del propietario, cansado de esperar.

Unos planes que cambiaron de rumbo en la Calahorra

Llamativo es el caso del entorno de La Calahorra (SS-4), donde hay dos bares (Miguelito y Los Romerillos), una veintena de viviendas y está el colegio Rey Heredia. A pesar de que durante años el Ayuntamiento anunció expropiaciones y una gran remodelación para habilitar una plaza y que el Gobierno central levantara el museo de Bellas Artes, durante el mandato del PP los planes cambiaron. En el 2013, el equipo de gobierno descartó los desalojos e inició una innovación para dar un nuevo rumbo a la zona. Los propietarios viven hoy con la incertidumbre de no saber qué les deparará el futuro e incluso a algunos, al creer que tenían perspectivas de quedarse, se han aventurado a realizar obras.

Comienza la cuenta atrás en El Zumbacón

La remodelación de la avenida de Almogávares es otra de las tareas pendientes. El sector SC-3, conocido como Zumbacón, está a la espera de ejecución, aunque la empresa propietaria del solar que lo va a impulsar, Neinor Homes, ya ha iniciado la cuenta atrás y está negociando con los afectados las cantidades que les abonará para que se vayan. Varias viviendas, una farmacia, un taller, y un bar con décadas de historia y espera desaparecerán para contribuir a la reordenación de la avenida.

El Cordel de Écija, un sueño frustrado junto al río

Cuatro unidades de actuación conforman el Cordel de Écija, un espacio junto al río paralelo a la avenida de Cádiz y situado entre los puentes de San Rafael y Andalucía, donde se llegó a proponer un barrio vanguardista que iba a transformar la zona. Aquella costosa idea no cuajó y el Cordel sigue sin urbanizar mientras sus residentes se quejan de su estado. La única mejora que han logrado es el asfaltado de una pequeña parte de los terrenos.

La paradoja de la barriada de Trassierra

Trassierra es suelo urbano consolidado y está sujeto al desarrollo de proyectos de urbanización. Sin embargo, el 80% del barrio posee todos los servicios necesarios, que solo faltan en el 20% restante. A pesar de ello, hay que promover nueve proyectos de urbanización sin los cuales no son posibles las licencias de primera ocupación o de actividad y solo se pueden llevar a cabo pequeñas obras de mantenimiento. El consejo de distrito exige que el ámbito con servicios se considere urbano y que solo en el que no los tiene se exijan los proyectos.

La zonas industriales tampoco se libran

Las zonas industriales tampoco se libran y tienen planes sin desarrollar que dejan en el limbo sus instalaciones. En Chinales los propietarios de terrenos iban a promover un cambio de usos para construir viviendas y eliminar naves que no ha llegado a buen puerto, dejando en el aire su futuro. Estos y otros ejemplos forman parte de una ciudad dibujada sobre plano que tiene atrapados a muchas familias que siguen sin ver claro su destino.