La diplomacia española no solo abarca el Sáhara Occidental, el Sahel, Palestina, Libia, el compromiso con Africa o Afganistán, por citar las prioridades de la agenda de Asuntos Exteriores y de Cooperación en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del que es miembro no permanente desde el 1 de enero. A una escala menor, pero tan trascendente o más en zonas de despliegue de las tropas españolas, trabajan unidades cívico militares (Ucimic). Gracias a la labor de estos equipos, los contingentes españoles apoyan a las autoridades locales, organismos y oenegés para asistir a la población civil al tiempo que las tropas ofrecen la seguridad necesaria. Aquí radica la importancia de la vuelta a la normalidad que se ha producido en el Líbano tras el incidente del pasado 28 que costó la vida al cabo Soria.

En concreto, la Ucimic de la Brigada Líbano XXII lleva a cabo en el sector este de responsabilidad española proyectos tanto de Impacto Rápido (necesidades básicas de la población, seguridad vial e infraestructuras), como la coordinación de los repartos de material escolar o veterinario --precisamente el viernes se presentó en Rabanales una entrega de casi 4.000 kilos donados por la Universidad de Córdoba, Fundación Cajasur, Colegio de Veterinarios, entre otros-- para el desarrollo de proyectos.

La Ucimic cuenta con dos equipos al mando de un capitán y un brigada: el de Enlace y el de Proyectos. En total, ocho militares del Grupo de Artillería ATP X de Cerro Muriano, que desarrollan una labor muy diferente a la habitual en Córdoba. Y es que la polivalencia es clave en las misiones en el exterior.