A falta de que la Aemet actualice los datos de la lluvia caída en las estaciones cordobesas desde el inicio del año agrícola, el 1 de septiembre, habría que recordar que, si bien la capital está por encima de lo normal por estas fechas (hay un superávit de 21,2 l/m2, con 132,2 litros caídos en dos meses), la media en la provincia supera lo habitual en solo 2,5 l/m2, con Doña Mencía, Montoro y la estación del Pantano de Guadanuño entre 32,3 y 40,1 l/m2 bajo lo normal (ver la página 45 de hoy).

Ciertamente, desde el pasado 27 de octubre, la última fecha de actualización de datos de la Aemet de estas diez estaciones, la lluvia se ha dejado sentir (por ejemplo, con 36,2 l/m2 en la capital). Pero también es verdad que esta lluvia ha caído irregularmente en la provincia y tampoco elevará mucho la media de 94,84 l/m2 de estas fechas de las estaciones de Córdoba, Benamejí, Doña Mencía, Aguilar, Hinojosa, La Rambla, Espiel, Villanueva y Guadanuño.

Los años mejores / En todo caso, habría que retroceder en la última década a los años 2014, 2012 y 2010 para encontrar registros de lluvia por encima de la media al 2 de noviembre, tanto en el observatorio del aeropuerto de Córdoba como haciendo la media de las diez estaciones referentes de la provincia.

¿Qué puede deducirse de estas estadísticas? Pues quizá una tendencia de la última década a un comienzo de otoño más seco y... poco más. No hay una correlación directa entre los dos primeros meses del año agrícola y el resto de la temporada, como quedó evidente el pasado año. El déficit por estas fechas era preocupante (en la capital, de 82,9 7/m2) y, cuando ya estaba listo el decreto de sequía, en febrero, una muy lluviosa primavera terminó salvando el año. Otro ejemplo: Nada hacía sospechar el 2 de noviembre del 2009, con un déficit de apenas 5 l/m2 en la capital, que en febrero del 2010 llegarían unas inundaciones que volverían a repetirse en diciembre.