Veinticinco años después del traslado de la Feria de Nuestra Señora de la Salud a El Arenal, este espacio dejará de ser oficialmente lugar provisional para la celebración de esta fiesta y se fijará como definitivo. Esa fue la principal conclusión de la reunión convocada ayer por la concejala de Promoción de la Ciudad, Carmen González, con los miembros de la comisión de feria, tras haber aclarado las discripancias existentes con la Gerencia de Urbanismo. A partir de ahora, será Urbanismo quien se encargue de impulsar la modificación del Plan Especial de El Arenal, con el fin de modificar los usos del terreno, alterando el orden de prioridad establecido. Según la previsión, el acuerdo se tratará en el consejo rector de Urbanismo en septiembre para iniciar el trámite. Cuando culmine el proceso, El Arenal, que actualmente es un parque que se convierte en recinto ferial en el mes de mayo, pasará a ser un recinto ferial que se podrá usar como parque fuera de esas fechas. Cualquier uso en la zona quedará supeditado al de la feria. Ese cambio de concepto supondrá en la práctica que el Ayuntamiento pueda, por fin, plantearse un plan de inversiones para dotar de infraestructuras estables al recinto.

Según Carmen González, su área se encargará de licitar el proyecto de reforma integral de El Arenal, que deberá incluir todas las modificaciones consensuadas en la comisión de feria. Lo que aún no se ha concretado, a la espera de que el Plan Especial lo determine, es si se autorizará la construcción de estructuras fijas por encima de cota cero, como reclaman una parte de los caseteros. Según Juan Andrés de Gracia, presidente de la comisión de feria, «estamos en una zona de suelo no urbanizable donde la norma prevé que se pueda construir hasta cierto porcentaje», ha indicado, «pero de momento, se ha acordado avanzar en cota cero». Esto significa dar carácter definitivo a todas las infraestructuras del recinto, «desde canalización de agua a cableado del tendido eléctrico, acerado, cambio de pavimento, espacios de descansos, servicios, fuentes, calle del Potro o Paseo del Caballo». En cuanto a las estructuras fijas, algo que permitiría reducir ciertos costes de montaje a los caseteros que montan año tras año su caseta en El Arenal, cabe decir que es un tema que no está consensuado al cien por cien, si bien se planteó desde el principio como una opción a estudiar por parte de la comisión. También cabe recordar que ya existen estructuras fijas en El Arenal, en la calle que da al río, lo que siempre ha causado polémica. De ahí que el Plan Especial deba determinar cuánto y cómo se podrá construir en este espacio para evitar nuevas polémicas.

Tanto González como De Gracia recordaron que el dictamen deja claro que el diseño en abanico de la Feria no varía y que la zona de aparcamientos se quedará donde está. En este sentido, señalar que De Gracia insistió en que «la comisión ha dejado claro que es necesario un plan de inversiones ambicioso para acometer todas las mejoras necesarias», mientras González recordó que se llega aquí «tras un largo trabajo de consenso de todas las partes, por lo que confiamos en que se mantenga como un proyecto de ciudad, ajeno a los vaivenes políticos». Cabe recordar que el año próximo habrá elecciones municipales y que la modificación del Plan Especial y la reforma del recinto requerirá un plazo superior a un año. De cara a la próxima feria, González adelantó que la intención del gobierno municipal es contratar un servicio de toldos provisional con el que mejorar las sombras, lo que requerirá una fuerte inversión. «El entoldado de una calle tan ancha es caro, pero sabiendo que este recinto será el definitivo, ya se está estudiando la mejor fórmula para que sea una realidad en la próxima edición», comentó. También tiene González en mente «avanzar en el arreglo de la calle del Potro», la que se encuentra junto a la calle del Infierno y que de un tiempo a esta parte se ha quedado totalmente vacía, para lo cual.